Cada generación tiene sus juegos que, por más que lo intentan, no tienen el reconocimiento que merecen. Esto no va por supuesto en sintonía con su calidad. Desde 2016 hasta 2021, la trilogía de Hitman World of Assassination ha deleitado a la crítica y a los jugadores, y la hacen hoy uno de los packs más completos calidad/precio que se pueden adquirir, con cada misión siendo una intrincada simulación de asesinato y un pequeño mundo abierto donde podemos elegir nuestro camino.
En 2023, IO Interactive decidió que podían aún seguir sorprendiendo, y fue entonces cuando se lanzó el modo Hitman Freelancer. Sin ningún tipo de coste añadido a los poseedores de Hitman WoA, Freelancer ponía patas arriba la fórmula de los originales, combinando sus raíces de immersive sim con la adictiva fórmula del roguelike contemporáneo.
La mezcla es explosiva, y algo que no tiene equivalente. En Hitman Freelancer controlamos al legendario Agente 47 en una serie de misiones imposibles por el mundo. De la lujosa París a la veraniega Sapienza pasando por el barrio residencial americano de Whittleton Creek, el modo toma las 26 localizaciones originales del juego y las convierte en un nuevo desafío altamente rejugable, con objetivos de asesinato que cambiarán en cada partida. Entre misiones volveremos a nuestra base. Podemos redecorarla, adquirir nuevos trajes o guardar las armas que hemos conseguido para otras misiones.
Se trata de una reformulación que sorprenderá a veteranos y nuevos jugadores por igual y nos harán sacar más partido a los sofisticados niveles originales. Las misiones de la campaña presentan objetivos fijos que, aunque ya podíamos abordar de numerosas formas, tratan de buscar el "asesinato perfecto". Este modo Freelancer potencia la otra cara del juego, aquella más unida a la improvisación y a su característico humor negro, que nos obliga a hacerlo lo mejor que podamos con menos recursos.
El hecho de que los objetivos sean aleatorios no hacen de menos a una simulación realmente compleja que sigue funcionando a plena máquina, que nos permitirá seguir disfrutando de minuciosos detalles en el comportamiento de los NPC y de tratar de pasar desapercibidos como haríamos en una partida normal. Si contamos todos los niveles originales y las mecánicas extra y matices que añade este modo, se nos queda algo tan completo que es raro (pero desde luego se agradece) que desde la compañía decidiesen regalarlo. Sobre todo porque añade quizás la formas más interesante de jugar a un juego de por sí ya fascinante.
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