Elex no fue la primera IP del estudio alemán Piranha Bytes, pero sí la colocó en una posición más conocida dentro de la industria. Previo al estreno de este título, Piranha Bytes se había posicionado como una compañía europea con bastante buen atino en el género RPG gracias a las trilogías de Gothic y Risen, pero no fue hasta 2017 cuando exploraron los límites de los RPG de acción con una propuesta de ciencia ficción y elementos postapocalípticos.
El primer Elex dividió a la comunidad de jugadores y a la prensa. Como comentó el compañero Alberto Pastor en su análisis, se trataba de un título con potencial y una libertad apabullante, pero esto no fue suficiente para alcanzar el tan ansiado éxito. Ahora, 3 años después, el estudio alemán se embarca en una secuela muy de nicho, no tanto por estar enfocada a un pequeño público, sino porque Elex 2 tendrá un enorme problema de cara al lanzamiento: pasará inadvertido y es una pena, porque a pesar de que se trata de un título con un espíritu muy clásico, tiene ideas sumamente interesantes.
He podido jugar las primeras horas de la versión preliminar de Elex 2 antes de su lanzamiento el próximo 1 de marzo de 2022 y como jugador curioso que soy, me he lanzado a experimentar también su primera entrega para tener una base mucho más sólida para afrontar estas primeras impresiones. Lo que llama la atención de esta segunda entrega es que podría pasar como una "Enhanced Edition" del primer Elex. Si bien el estudio ha coqueteado con pequeños y nuevos añadidos, todo en Elex 2 da la sensación de ser tremendamente conocido, aún sin haber jugado a su primera entrega.
Explorar Magalan es tedioso, pero tiene recompensa
Elex 2 nos emplaza en el mismo planeta de Magalan años después del final del primer título. Nuestro protagonista, Jax, ha optado por el ostracismo para no hacer daño a su familia con los recuerdos de lo acontecido en el primer Elex. Aunque como buen "héroe de la historia", Jax será llamado para combatir una fuerza alienígena que aterriza en Magalan con el objetivo de aniquilar todo a su paso.
De base, el problema al que se enfrenta Elex 2 es que no sabe cómo atrapar al jugador más allá del que viene buscando una continuación para la historia de Jax y las diferentes facciones que pueblan el mundo de Magalan. Este tampoco es un problema de esta IP en exclusiva, muchos videojuegos no saben cómo guiar al jugador en los primeros compases de la aventura. Al igual que éstos, Elex 2 sigue la manida idea de despojarnos de todo y hacernos tremendamente débiles con el fin de volver sobre nuestros pasos y ser aún más fuertes que antes.
Piranha Bytes, al menos en las primeras horas de la aventura, parece no tener mucho interés por atrapar al jugador
Piranha Bytes, al menos en las primeras horas de la aventura, parece no tener mucho interés por atrapar al jugador, y eso que cuando empezamos a entender qué nos tiene que ofrecer Elex 2, la experiencia es mucho más satisfactoria. No obstante, esto no debería ser así, al menos para una obra de corte más independiente. Poner al jugador frente a la enorme barrera de lo anodino alejará a más de uno. Es muy difícil mantener al jugador dentro de una aventura con la única excusa de "mejorará a las pocas horas" porque sí, lo hace, pero actualmente tenemos una enorme cantidad de títulos que se pueden llevar la atención de muchos jugadores.
Las decisiones cuentan, y no sabéis cómo
Sin embargo, Elex 2 apuesta muy fuerte —al igual que ya lo hizo su primera entrega con el aspecto quizá más interesante y trabajado de esta saga— por las decisiones y cómo éstas inciden en el devenir de la historia. Esta secuela es un RPG de manual y podemos entablar conversaciones con una gran cantidad de NPCs a lo largo de la historia y tomar decisiones cruciales .
Es cierto que en estas primeras horas, Elex 2 peca de simpleza a la hora de ofrecernos situaciones en las que hablar con estos personajes secundarios —reforzando aún más la idea de que entrar en Elex 2 es complicado—, pero Piranha Bytes ha mimado este aspecto al extremo. De nuevo, una vez completado el tutorial, es decir sus primeras dos horas de juego, tendremos que buscar el apoyo de una de las cinco facciones presentes en Magalan.
Esto es tremendamente conocido para el jugador que dé el salto de Elex a esta secuela, pero su importancia ahora es capital. En lugar de tener que "atarnos" a uno de estos cinco grupos, debemos convencerlos para que se unan a la guerra contra los invasores alienígenas. Por supuesto que podemos entablar una relación más profunda con cualquiera de estas facciones —lo que se traduce en más misiones y ciertos cometidos a espaldas del resto—, pero me ha parecido lo más interesante de esta obra.
Elex 2 se aleja del sistema de afiliación de su primera obra, que replicaba de Fallout 3 y Fallout 4, donde nos "casábamos" con una facción hasta el final de la aventura. Todo se siente más orgánico en esta secuela y por eso animo, aunque cueste, a superar esa enorme barrera del principio. Asimismo, esta profundidad de relaciones también se aplican a los individuos.
Piranha Bytes ha potenciado su faceta rolera por encima de todo.
Al más puro estilo The Walking Dead, de la ya extinta Telltale Games, aparecerá en la esquina superior un mensaje que nos recuerda el impacto de nuestras decisiones en los NPC. Esto no es anecdótico y es que a pesar de que la IA aún tiene cierto trabajo para pulir su comportamiento, cada personaje reaccionará acorde a nuestras acciones. Puede parecer una quimera, lo sé, y Elex 2 no supone un avance enorme, pero Piranha Bytes ha potenciado su faceta rolera por encima de todo.
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