El mundo de los periféricos para PC es uno muy competitivo y copado por grandísimas marcas. Es uno en constante movimiento, eso sí, donde las compañías ofrecen modelos revisados o nuevas periféricos de cara a aumentar su base de usuarios. Esto hace que sea el doble de complicado sacar a relucir, por ejemplo, qué teclado es mejor y cuál me conviene por el precio que tengo.
En este caso y gracias a Trust, quien nos ha enviado este teclado Trust Callaz para analizar y desgranar todas sus posibilidades, podemos arrojar algo de luz sobre uno de los periféricos de bajo precio y grandes prestaciones que encontramos actualmente en el mercado. Obviamente, cuando pensamos en teclados mecánicos se nos vienen a la cabeza enormes armatostes con líneas gaming muy marcadas donde el rojo y el RGB predomina sobre el resto.
De primeras, Trust Callaz es mucho más pequeño que el teclado mecánico convencional (teniendo en cuenta que su formato es TKL, claro está) y su composición es mucho más sobria, con la iluminación RGB como característica abanderada de este periférico, pero con un diseño muy austero. ¿Vale la pena por su precio? Quedaros a comprobarlo, pero os adelanto que es una opción a tener muy en cuenta.
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Trust GXT 834 callaz |
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tipo |
Mecánico |
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iluminación |
RGB |
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tipo de conexión |
USB 2.0 |
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diseño |
Compacto |
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switch |
Outemu Red |
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Anti-Ghosting |
Sí |
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Tiempo de respuesta |
8 ms |
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peso |
652 gramos |
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tamaño |
35 x 367 x 137 mm |
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software |
No |
Opinión tras 3 semanas de uso
Si bien quiero abordar los detalles más importantes tras estas 3 semanas de uso, no quiero dejar de lado las primeras impresiones una vez lo sacamos de la caja. Lo que nos encontramos fuera del embalaje es un teclado pequeño, quizá más pequeño de lo que estoy acostumbrado, y una pinza para sacar cada una de las teclas. No obstante, una vez sacado de la caja y encima de nuestro escritorio, vemos uno de los primeros "problemas" o puntos negativos: su construcción.
Si bien gran parte de los teclados de bajo costo están ensamblados con PVC, muchos incluyen líneas algo más cuidadas con aluminio. Este no es el caso del Trust Callaz, donde la compañía ha configurado todo el periférico bajo plástico con acabado mate, pero de PVC al fin y al cabo. Esto podría no ser necesariamente malo, esta falta de aluminio hace que el Callaz sea un teclado más ligero que otros del mismo rango de precio, pero su construcción hace que se note algo endeble a las manos, especialmente durante las primeras horas de uso donde nos estamos acostumbrando a él.
Lo cierto es que viniendo de un teclado mecánico de una mayor consistencia y tamaño como es el que uso, la escasa longitud de este Callaz me hace arquear la ceja. Me siento muchísimo más cómodo con la extensión numérica en el lado derecho del teclado, y la forma compacta de este Trust Callaz hace que su manejo sea mucho más fácil y que ocupe mucho menos en nuestro escritorio, pero para aquellos como yo, acostumbrados al pad numérico, su ausencia se torna rara.
Este no es un punto negativo, más bien una advertencia. Hablamos de un teclado TKL, es decir, "Ten Keys Less", enfocado en minimizar el espacio de uso del escritorio que en muchas veces se siente robado por estos periféricos de gran tamaño. Un enfoque equilibrado donde se aprovecha el espacio al máximo y por ello no contamos con teclas independientes y únicas para funciones multimedia, por lo que hablamos de un periférico muy comedido, con una estética que camina entre el teclado de oficina y el gaming.
En cuanto a su desempeño, al ser un teclado con claras aspiraciones a convertirse en un periférico que compren los jugadores de PC, es necesario hablar de su rendimiento en videojuegos. Lo cierto es que interruptores mecánicos Red Outemu no son los mejores del mercado, pero cumplen con su cometido, aunque la construcción bajo PVC y su sonido dejan bastante que desear una vez llevamos varias horas de uso.
Al margen de esto, el Trust Callaz incluye Anti-Ghosting, pero entre comillas, algo que no me ha convencido en absoluto. Si bien el Anti-Ghosting permite pulsar simultáneamente tantas teclas como se quiera, Trust ha limitado ligeramente su uso para este teclado. Esto se traduce en que al pulsar un mayor número de teclas, comenzaremos a perder la entrada de algunas de ellas, haciendo que tengamos que reposicionar los dedos y perdiendo segundos valiosos a la hora de jugar.
Iluminación RGB como su mayor pro
No obstante, y como he comentado sobre estas líneas, es su diseño gaming, al menos en cuanto a la iluminación RGB se refiere, lo que me ha encandilado. Los periféricos de bajo precio (especialmente aquellos por menos de 50 euros) suelen incorporar una iluminación algo anecdótica, con diferentes modos de iluminación LED que cambia cada pocos segundos, pero que presenta patrones muy sencillos.
Este Trust Callaz ha venido para demostrar que barato y bonito no son dos términos dispares. De serie, este teclado trae un modo de iluminación RGB muy similar al conocidísimo "modo respiración" de muchos otros teclados, pero el Trust Callax incluye nada menos que 20 modos LEDs para agradar a un mayor número de usuarios.
Desde el modo respiración antes comentado, pasando por una modalidad que solo ilumina las teclas WASD y las crucetas del lado derecho; un barrido de luces de izquierda a derecha, y arriba hacia abajo; y mi favorito, una modalidad que solo ilumina las teclas que estemos pulsando en ese momento. Lejos de ser un enorme problema, sobre todo teniendo en cuenta que no soy muy partidario del excesivo uso de la iluminación RGB, el trabajo de Trust es notable.
La iluminación no es demasiado fuerte y la disposición de los colores hace que sea agradable a la vista. No noto esa falta de personalización o la excesiva o mínima iluminación de otros periféricos que entorpecen el uso del teclado. No obstante, la experiencia queda empañada ante la falta de un software para controlar estos 20 modos. Hacerlo es tan sencillo como presionar la tecla correspondiente, pero habría preferido poder controlar qué modo escoger desde el propio PC.
Conclusiones del Trust Callaz
En lo personal, siempre he tenido algo de reticencia a la hora de comprar teclados tremendamente caros e, incluso, que lleguen a superar las dos cifras. La mayor parte de mi atención se la han llevado el ratón y el monitor, por eso mi cambio a un teclado mecánico de alta gama ha sido tan satisfactorio. Teniendo en cuenta mi predisposición previa a hacerme con este periférico, el Trust Callaz sería una opción que sí compraría.
Lejos de que me disguste la falta del teclado numérico (algo lógico, de nuevo, estamos ante un teclado compacto), Trust ha sabido ofrecer un buen producto calidad-precio. La sensación algo endeble que deja este Callaz se puede excusar por su precio, pero el resto de pros creo que ensombrecen esta falta de "materiales premium" de los que hacen gala otros periféricos.
Trust Callaz es una buena opción si quieres lanzarte a comprar un teclado mecánico sin invertir mucho dinero por el camino. Además, su iluminación RGB, que responde a los estándares de la industria gaming actual donde cuanto más LEDs es mejor; lo convierten en un producto muy llamativo de cara al usuario que quiera mejorar su set up con este estilo.