Hace no demasiado que hemos dedicado un espacio a algunas de las torres para PC que más nos llaman la atención toda una guía de compras. Abríamos dicho texto comentando algunas de las cualidades más importantes de la carcasa de nuestro equipo, pero sólo rascamos la punta del iceberg.
Hay una infinidad de elementos que determinan cuando una torre es "buena o mala" para nuestro equipo, pero una de las más importantes siempre ha sido la capacidad de refrigeración de dicho dispositivo. Barajar cómo acatan el problema de la temperatura nuestras cajas es el tema de este texto, en el que vamos a daros algunos consejos para aprovechar la máximo la torre de nuestro PC.
Entiende la importancia del airflow en tu PC
Independientemente de que tengamos un PC de última generación, o el equivalente gamer de una tartana, nuestro equipo siempre va a hacer uso de la misma herramienta para su refrigeración: las corrientes de aire dentro de nuestra torre, también denominadas como air-flow en inglés, término que usaremos en el resto del texto.
Gracias a estas corrientes de aire, el calor desplazado por los diferentes disipadores de las piezas más calenturientas de nuestro equipo puede abandonar el interior de nuestra torre de forma consistente, segura, y eficiente; independientemente de cuanto tiempo o a qué intensidad estén funcionando.
Sin embargo, la cosa no es tan sencilla como colocar unos ventiladores en algunos puntos del interior de la torre y echar a correr, necesitamos establecer un circuito de entrada y salida de aire dentro de nuestra caja, algo que sólo se consigue con un poco de maña, aplacar los factores externos, y una buena distribución.
El papel de la torre en la manipulación del aire
Lo único que separa a la máquina de alto rendimiento que es nuestro equipo de una estufa muy sofisticada, es una buena refrigeración. Para conseguir refrigerar nuestro equipo toman parte piezas clave como los ventiladores de nuestra torre, o el disipador de nuestra GPU o CPU, pero, sin el apoyo de una buena distribución interna y una caja que favorezca su acción, por sí solos no harán mucho.
"Las mejores torres para PC son las que nos ofrecen flexibilidad en la distribución interna"
A la hora de plantear la distribución interna del air-flow de nuestro equipo tenemos que atender, primero, a las diferentes tomas de nuestra torre. Una toma es una apertura por la que puede entrar o salir aire. Normalmente, estas tomas cuentan con espacio para acomodar algún tipo de ventilador, la infantería en la batalla contra el calor.
Es primordial tener controladas estas tomas, así como la capacidad de todas ellas para recepcionar o expulsar grandes cantidades de aire, para establecer así las que serán las entradas y salidas del air-flow de nuestro equipo. Siempre atendiendo a los puntos donde más calor se concentra del equipo.
Teniendo todo esto en firme, debemos escoger la que será la entrada principal para el air-flow de nuestro PC; normalmente un punto que no esté cubierto y que sea capaz de absorber el mayor volumen posible. El resto de las tomas serán las salidas, por donde se expulsará el aire caliente. Idealmente, esto se hará con respecto a la posición del ventilador de nuestra CPU, como se expone en la imagen de arriba.
Corrientes de presión positivas y negativas de aire
Dominada la distribución de nuestro equipo, y habiendo atendido a las diferentes tomas de nuestra caja, llega la hora de colocar los ventiladores en nuestro equipo, momento en el que toca hacerse una importante pregunta: ¿Cómo quiero que fluya el aire dentro de mi ordenador? ¿Quiero que lo domine la presión negativa o que sea la positiva la que reine?
Esta pregunta es clave para determinar cómo será la refrigeración de nuestro equipo, ya que ambas aportan ciertos matices para el resto de los elementos que también combaten el calor, siendo más interesante uno u otro en función de factores tan diversos como los ventiladores que tenemos, su potencia, e incluso el polvo de la estancia donde descanse nuestro equipo.
Por regla general, hablaremos de presión positiva cuando el volumen de aire que entra dentro de nuestra caja es mayor que el volumen de aire que se escapa por las salidas. Esto da lugar a que el equipo se llene de aire como si de un globo se tratara, expulsando dicho aire por todos los orificios que no estén introduciendo más. Es una configuración ideal para equipos con grandes disipadores, o aquellos con un punto caliente concentrado.
La presión negativa, por otro lado, se da cuando ocurre el caso contrario, logrando que el aire de alrededor de nuestra torre se absorba como si fuera una gran aspiradora. Las configuraciones pasivas son muy efectivas cuando están bien establecidas, llegando a ser las más eficientes para ellos, pero también es más peligrosa cuando no está bien establecida, además de ser menos efectiva en entornos con mayor temperatura ambiente.
A través de nuestra disposición procuramos modificar la presión del interior de nuestro PC, siendo nuestro fin último mantener una presión positiva o negativa, cada una con una serie de ventajas e inconvenientes. Elegir una u otra es cosa nuestra, pero para establecerla, lo ideal es tener en cuenta el RPM de nuestros ventiladores y trabajar en torno a ellos.
La temperatura ambiente afecta a tu PC
Hasta el momento nos hemos visto qué podemos hacer nosotros para mejorar la refrigeración de nuestro equipo, pero, según los expertos en HVAC (sistemas cerrados de ventilación por aire), para mantener una buena refrigeración por aire, debemos atender no sólo a los factores internos, sino también a los externos, para lograr una refrigeración eficiente y consistente.
Siguiendo las directrices marcadas por estos expertos, podríamos decir que en una buena refrigeración por aire intervienen los siguientes factores de forma dramática:
- Una correcta disposición de la torre. Entendiendo esta como la distribución interna de ventiladores, disipadores de un tamaño adecuado, y la ausencia de interrupciones para las tomas.
- Mantener una presión de aire continua en el equipo. Evitar variaciones bruscas en la presión interna de la torre evitará problemas de mantenimiento a varios niveles. Esto va de la mano con el punto anterior.
- Controlar el volumen del flujo de aire en el tiempo (CMP) en el equipo. Una medida de la cantidad de aire que es capaz de recepcionar el equipo y permitir que circule por su sistema a través del tiempo. Controlar que se ininterrumpido y acorde con las necesidades del trabajo de nuestro PC es clave.
- Tener presente el efecto de la temperatura ambiente. La temperatura ambiente puede tener efectos dramáticos sobre el rendimiento de nuestro equipo; así como en los niveles máximos y mínimos de temperatura que nuestra refrigeración podrá manejar.
- Mantener el circuito de aire interno de nuestro equipo limpio y funcional. Si el polvo u otros elementos obstruyen las piezas clave del sistema, perderemos en eficiencia y capacidad al largo plazo.
La temperatura ambiente aparece en este listado por ser el elemento externo sobre el que menos control tenemos, pero también el que más influye de forma pasiva en el rendimiento de la refrigeración de nuestro equipo.
La temperatura afecta a la presión y al aire que absorbe nuestro equipo, siendo especialmente peligrosa en entornos cálidos, donde podemos encontrar importantes subidas en la temperatura global de nuestro PC. Como con cualquier dispositivo electrónico, lo ideal es mantener el entorno a una temperatura estable, en un espacio donde nuestro equipo no encuentre obstrucciones y alejado de los puntos calientes de la vivienda.
5.25 pulgadas LCD Panel de enfriamiento ventilador Control de velocidad CPU HD Sensor de temperatura PC PC
Interiorizando esta información y aplicándola en nuestra torre, podemos conseguir que ésta sea un espacio mucho más halagüeño para nuestro PC que si ignoramos un factor tan clave como la refrigeración. Además de esto, tener presente dicha información a la hora de adquirir una nueva torre nos ahorrará dolores de cabeza en el futuro, mejorando también de paso la salud de nuestro equipo.
Ver 1 comentarios