Es prácticamente inevitable. Cuando un juego se lanza en PC tiene que, en algún momento, enfrentarse al juicio del rendimiento. Una buena parte de la comunidad de PC está tan centrada en medir del primer al último cuadro de cada título, y de razonar cada hercio y cada euro invertido en ello, como de jugar al hipotético título en cuestión.
Y es que es natural que, como jugadores de esta amplia plataforma que es el PC, nos preocupemos en conocer si nuestros esfuerzos en una máquina elegida (o montada) a mano por nosotros tiene todo en su sitio. Los benchmarks son, a su modo, un placer en sí mismo y una herramienta útil para conocer nuestro equipo.
Sin embargo, estas palabras no se aplican a la totalidad de la amplia comunidad de jugadores que tiene el PC. Muchos no tienen interés en estos números y simplemente quieren jugar a sus títulos como en cualquier otra plataforma, mientras que otros no se atreven a introducirse en ese mundillo por desconocimiento, por no saber dar los primeros pasos en torno a él. Para los primeros no podemos más que celebrar su posición, tan válida como cualquier otra; pero para los segundos hemos preparado algo un poco más especial: el texto que estáis leyendo ahora mismo, que aspira a ser una introducción a los fantásticos benchmarks y el primero de una pequeña serie de textos.
Este texto está pensado para jugadores que nunca se hayan enfrentado a un benchmark o a sus términos y características, si este mundillo no te es ajeno, es probable que disfrutes más de futuras entradas de esta serie de textos.
¿Qué es un Benchmark en primer lugar?
Imagen original de UL LLC.
Si verdaderamente eres nuevo dentro de este mundillo, puede que hayas llegado hasta aquí por simple curiosidad y ni siquiera sepas de qué estamos hablando exactamente, al fin y al cabo, las palabrejas de esta afición suenan totalmente alienígenas la primera vez que las oyes, y "Benchmark" ni siquiera pertenece a nuestro idioma, lo que la hace aún más ajena.
La traducción literal de este "palabro" sería "punto de referencia" en castellano, pero, cuando hablamos de ella en un contexto como en el que nos encontramos ahora mismo, entenderla como una prueba de rendimiento sería el significado más certero para ella.
De este modo, el objetivo de un benchmark es poner a prueba nuestro equipo en un escenario de trabajo concreto (los videojuegos en este caso), arrojando números al rendimiento del equipo en el que se realizan las pruebas. Para conseguir esto, es habitual que estas pruebas se realicen en un entorno controlado, de forma que sea fácil medir los resultados, razón por la cual vemos normalmente herramientas de pruebas para Benchmarks, siendo habituales incluso dentro de nuestros propios videojuegos.
Claro que no tenemos por qué optar por ellas para realizar pruebas, en estos casos, solemos hablar de "pruebas de entorno real" o gameplay benchmark y suelen ser fieles al rendimiento real que tendríamos mientras jugamos. Por el contrario, a las herramientas de pruebas solemos denominarlas como "Test sintéticos" a secas, ya que el escenario preparado para las pruebas no tiene por que ser similar a un entorno de juego. Ambas son válidas y muy usadas, pero el matiz que las diferencia merece la pena ser señalado.
Las piezas del éxito ¿Qué merece la pena medir?
Imagen original de UL LLC.
Empecemos dejando claro lo siguiente: no todos los componentes de nuestro equipo influyen del mismo modo en nuestros videojuegos. No es ningún secreto que piezas como el procesador o nuestra GPU influyen de forma infinitamente más significativa en el rendimiento de un equipo para jugar que, digamos, componentes como nuestras PSU, aunque todos los integrantes de nuestro equipo trabajen para el correcto funcionamiento de este.
Sin embargo, a la hora de realizar pruebas de rendimiento, lo más habitual es centrarnos en el rendimiento de nuestro PC como un bloque único, ya que es más fácil obtener resultados uniformes de este modo, aunque con especial atención a las dos piezas mencionadas.
En vez de medir el rendimiento pieza a pieza, lo que solemos hacer es atender a indicadores concretos, muchos de ellos asociados a una o más piezas; por dar un ejemplo claro, uno de estos indicadores habituales es los llamados cuadros por segundo (FPS) de nuestro equipo, que vienen a medir el número de fotogramas que es capaz de generar y reproducir un equipo en un entorno concreto. Los indicadores más habituales, así como aquellos en los que recomendamos fijar nuestra atención son los siguientes:
- Cuadros por segundo (FPS). El número de cuadros que se muestran en pantalla por segundo, normalmente querremos que este número sea lo más cercano a los hercios de nuestro monitor. Al medir FPS debemos tener en cuenta el número medio y los márgenes inferiores (99%, 1% y 0,1%) para una mejor imagen mental del rendimiento.
- Frametime. Es la medición (en ms) del tiempo que tarda el renderizado de un fotograma en representarse con respecto al último fotograma representado. Relacionado con la latencia de la representación y la consistencia de nuestros FPS. Ha de ser constante y estar en consonancia con nuestros FPS, los picos en el frametime pueden ser causados por el lag o stuttering.
- CPU Usage. Es el uso medio de cada núcleo mientras hacemos uso de ellos. La mayoría de los juegos están optimizados para un número determinado de núcleos, con la media actual en torno a los 4-6 núcleos. Esta medida es orientativa, mientras el uso sea superior al 50% e inferior al 90% no deberíamos ver indicios de cuello de botella.
- Temperatura y tiempo en funcionamiento. Una medida que no en todas las herramientas aparece de forma habitual, especialmente fuera del marco formado por herramientas especializadas en medición, pero que igualmente aporta información interesante sobre el estado de nuestros componentes en funcionamiento.
Es importante señalar que, aunque estos sean los indicadores habituales, muchas herramientas usan mediciones propias para discernir el rendimiento de nuestro equipo. Por poner un ejemplo, una herramienta como 3DMark, habitual en muchos análisis, da una puntuación final una vez terminada la prueba. En casos como este lo ideal es tomar esta información como una fuente única y compararla sólo entre sí.
Por último, recomendamos que para obtener los resultados más "limpios" posibles, es primordial comprobar el estado de nuestros controladores, dejar el equipo lo más libre posible a nivel de procesos, y armarnos de paciencia. Realizar estas pruebas no es algo breve, especialmente si las realizamos de forma intensiva, y no te preocupes si tienes datos ligeramente inconsistentes (±3%) en algunas pruebas, las variaciones son habituales, aunque sí que deberías dejar descansar al equipo unos 5-10 minutos entre prueba y prueba.
Herramientas habituales para realizar Benchmarks
Forza Horizon 4. PlayGround Studios.
Teniendo claro qué es un benchmark y qué debemos tener claro cuando hacemos uno, tan sólo nos queda ponernos definitivamente manos a la obra con nuestras propias pruebas. Para ello, es muy importante tener a nuestra disposición las herramientas adecuadas, no todos los juegos "tiran" igual de los diferentes componentes de nuestro equipo, y no todos los test sintéticos se centran en el mismo aspecto de nuestros componentes.
Nuestro consejo es que tengas a mano una buena lista de pruebas sintéticas y escenarios reales. Vamos a compartir con vosotros algunos de los que más nos gustan, comenzando por los test sintéticos. A aquellos más ávidos en este tema, descuidad por que no aparezcan herramientas como Riva Tuner o MSI Afterburner, las veremos más adelante, este texto no está dedicado a ellas.
- GeekBench es una herramienta multiplataforma con un claro énfasis en el peso de nuestra CPU + memoria frente al resto de piezas de nuestro equipo. Su sistema de puntuación es relativamente fácil de medir y comparar, y podemos ejecutarla de forma gratuita, aunque el modo en el que mide sus datos favorece enormemente ciertos procesadores.
- Cinebench R23 es la herramienta de medición del rendimiento mono núcleo y multi núcleo de nuestras CPU por excelencia. Es gratuita y tiene una gran comunidad tras ella, por lo que no podemos sino recomendar que le echéis un vistazo.
- Unigine Heaven es una de las pruebas sintéticas para nuestra GPU más conocidas y usadas, en parte, por su accesibilidad y el hecho de ser gratuita, aunque ya tiene varios años y su enfoque en DirectX 11 no hace justicia a las GPU más modernas.
- 3DMark + Passmark son, posiblemente, las herramientas para pruebas sintéticas más habituales para la medición del rendimiento de nuestra GPU y nuestra CPU respectivamente. Sus opciones son inmensas y completas y cuentan con una gran comunidad detrás, aunque debemos pagar unos 30 euros por cada una fuera de su periodo de pruebas.
Shadow of the Tomb Raider. Crystal Dynamics. Eídos Montreal.
Y continuando con las pruebas de escenario real, lo ideal es contar con una buena lista de títulos que "ataque" a diferentes partes de nuestro equipo de un modo distinto. A lo largo de los últimos años, una de las más habituales (Y la que he usado en 3djuegos normalmente) es la siguiente:
- Shadow of the Tomb Raider. Un título con un gran apartado visual incluso para los estándares actuales, con una potente herramienta de pruebas propia, facilidades para realizar pruebas in-game, y una lista de configuración de lo más abierta.
- Assassin's Creed Odyssey. Por cómo está hecho, el título de Ubisoft es un buen benchmark para comparar CPU entre equipos modernos, sobre todo el impacto de los núcleos en el rendimiento de juego. También cuenta con una herramienta de pruebas potente.
- Forza Horizon 4. El título de PlayGround está muy bien optimizado en hardware básico, cuenta con herramienta de pruebas y es relativamente fácil de medir escenarios de juegos reales en ella.
- Metro Exodus. Cuenta con un apartado técnico puntero, generosas opciones de rendimiento, compatibilidad con RTX y otras opciones exclusivas, y es relativamente fácil realizar una prueba de juego real sobre el título.
- Far Cry 5. Una gran herramienta para comprobar el peso de la VRAM en nuestras gráficas, así como un título con una buena herramienta de pruebas que, a nosotros, nos ha servido bien durante mucho tiempo.
- Ashes of the Singularity. Con mapas para medir el rendimiento y un claro énfasis en nuestra CPU este título de Oxide Games es una prueba sintética camuflada de videojuego, una especialmente útil en ciertos escenarios.
Con estas herramientas a mano y la información básica que te hemos dado podríamos ponernos manos a la obra inmediatamente, algo que vamos a dejar para textos futuros, en los que indagar más en cada uno de los aspectos de estas pruebas. De momento, esperamos que este pequeño bocado haya saciado a aquellos más hambrientos (o menos conocedores) de este mundillo.