The Callisto Protocol ha llegado, y da miedo. Sobrevivir en una prisión espacial con más de un bicho sediento de sangre detrás no es muy apacible, pero el terror parece que va por otros derroteros: por su rendimiento. El juego de KRAFTON y Striking Distance Studios ha dado en hueso al ofrecer una versión con serios problemas de estabilidad, y el por qué está relacionado con su motor gráfico.
El survival horror está edificado sobre Unreal Engine 4, un motor gráfico muy versátil, pero también con varios flecos que cortar. Uno de los problemas más comentados del juego gira en torno a los tirones casi constantes, especialmente cuando entramos en una nueva zona. ¿El motivo? No guarda los shaders en la caché.
Tal y como comenta el portal DSOGaming, el juego compila en tiempo real los shaders, es decir, los sombreadores necesarios para que el juego cargue las sombras de cualquier escenario. Hablamos de unos juegos complejísimos, con muchos focos de luces y superficies donde colisionan; por no hablar de los reflejos.
Al no guardar los shaders y tener que cargarlos cada vez que entras en una sección o simplemente cargas el propio juego, se producen ralentizaciones hasta que el propio juego consigue compilar todo lo necesario para continuar. Esta situación empeora notablemente con el Ray Tracing, opción que eleva la carga de la GPU al doble.
Lamentablemente, este no es un problema que la comunidad pueda solucionar con un mod o un parche provisional. Aquí es trabajo único del estudio de desarrollo, por lo que la situación se vuelve doblemente complicada. Por el momento, el juego está sufriendo los reveses de una mala optimización con críticas en redes sociales y Steam, por lo que resta esperar a una solución a corto plazo.