Dead by Daylight ha sobrevivido contra viento y marea a lo largo de sus 6 años de vida. Aunque hubo un momento de inflexión donde Behaviour Interactive, su estudio de desarrollo, desconfió ante la caída en el número de jugadores, ha aguantado como nadie en un género poco poblado. Y no es poco poblado porque no se intente. El multijugador asimétrico lo ha tenido difícil independientemente de la IP. Ahora, el juego se enfrenta a un pr4oblema con las penalizaciones y el evento de Halloween.
Como no podía ser de otra forma, más aún teniendo en cuenta que es un juego donde el terror es la temática principal, DbD está cogiendo carrerilla para la noche de brujas con un mes convertido en evento. Aun así, su implementación se ha saldado con numerosos problemas y cuelgues, lo que ha obligado a deshabilitar la sanción por abandono en los modos competitivos.
Hasta ahora, abandonar una partida ya fuera por desconexión o por voluntad propia se traducía en una sanción de 5 minutos que se iba prolongando conforme más salidas hicieses. Esto, sobre el papel, ayudaba a mantener una situación estable, pero también afectaba a aquellos buenos jugadores que se enfrentaban a un hacker. Ahora, sin dichas penalizaciones, la comunidad se ha dividido entre aquellos que opinan que el juego está mejor así, y otros que consideran que debería volver.
Los jugadores del primer grupo adelantan que las penalizaciones no hacen sino incitar a los jugadores a abandonar Dead by Daylight en pro de otros juegos ante una sanción tras una partida desmotivadora. Claro está, esto supone una hoja de doble filo. Por un lado, eliminar esta penalización al completo haría que los jugadores no se sientan encasillados en partidas inacabables y que no disfrutan; pero por otro lado, dar vía libre a la desconexión sin sanción llevará a una oleada de jugadores que aprovechen ante partidas donde están perdiendo y con ello puedan fastidiar a los que se queden.
No es la única vez que el multijugador ha visto una guerra civil en su propia comunidad. La última y más importante se dio a comienzos de este año con la reconversión del sistema de logros, niveles y prestigios, lo que llevó a multitud de quejas. Aun así, éstas cayeron en saco roto y se acabó aplicando conforme Behaviour Games tenía pensado.