El precio de las tarjetas gráficas a lo largo y ancho del globo ha sido motivo de debate y discusión los últimos 3 años. Si bien las GPU subieron por culpa de la pandemia y la crisis de semiconductores, el precio de las tarjetas gráficas de nueva generación de AMD y NVIDIA han visto un precio por encima (en ocasiones muy por encima) de los 1.000 euros. Los usuarios no pueden hacer frente a ese gasto y MSI lo sabe, es tan consciente que aseguró públicamente que el precio de la RTX 4080 es abusivo.
Si recordáis, la tarjeta gráfica de Ada Lovelace de NVIDIA llegó al mercado español con un precio mínimo de 1 499,95 euros para el modelo de Zotac. Si buscamos el modelo firmado por MSI, el más barato rozaba los 1 600 euros. En los mercados internacionales, la misma GPU salió con apenas una diferencia de 400 euros frente a nuestro territorio.
Esta imposibilidad para hacerse con uno de estos modelos, cualquiera de hecho, llevó el pasado 7 de enero a compartir públicamente que el precio de la RTX 4070 Ti, puesto a la venta el 2 días antes, "no era tan malo como el de la 4080". Un tirón de orejas a NVIDIA por un MSRP tan alto (de 1 199,99 dólares para esta tarjeta gráfica) frente a su hermana inmediatamente más pequeña.
De hecho, la situación es aún más curiosa cuando la RTX 4070 Ti, el modelo lanzado la pasada semana, no es sino aquella RTX 4080 de 12 GB neonata que los californianos de Jen-Hsun Huang renombraron en octubre. Eso sí, un mensaje así, en el mismo tuit donde se redirecciona a la tienda de MSI para la compra de la última GPU del mercado no se puede "permitir", por lo que los taiwaneses eliminaron dicho mensaje en la red social del páparo azul; aunque el portal VideoCardz ha dejado constancia de ello con una captura de pantalla bienvenida hoy día.
Si echamos un ojo a la cuenta estadounidense de MSI, no hay ninguna mención a ese tirón de orejas y esa proclama tan clara y directa de un precio abusivo por una GPU que no es siquiera lo más top de su familia. Sea como sea, el precio de esta tarjeta gráfica, a pesar de haber descendido, sigue siendo un producto de "élite" que muy pocos bolsillos se pueden permitir.