Durante meses y meses, el mercado de las tarjetas gráficas ha tenido un dueño más allá de sus propios fabricantes. Los especuladores campaban a sus anchas, pidiendo cantidades ilógicas de dinero por las últimas ofertas de NVIDIA y AMD, con usuarios desesperados pasando por el aro para renovar sus PC. Ahora, parece que la cosa ha cambiado mucho, y esto es algo que podemos ver si echamos un vistazo al último ofrecimiento del equipo verde: la RTX 4080.
No es un secreto que esta nueva GPU no está siendo la más popular que ha lanzado la empresa norteamericana. Empezando por la debacle de su modelo de 12 GB (que, según rumores, será relevada muy pronto habiendo sido rebautizada como la RTX 4070 Ti), y pasando por unos precios que no tienen contenta a la comunidad entusiasta, parece que estamos ante un caso de falta de demanda, y eso son malas noticias para los más aprovechados.
La situación es tal que podemos encontrar estas RTX 4080 de manos de especuladores por su PVP (precio de venta al público), al menos en mercados angloparlantes, algo que carece de mucha lógica comprar pudiendo acudir a tiendas. En España, la situación es parecida, pudiendo encontrar stock de esta gráfica tranquilamente en los vendedores más populares, algo muy diferente a la situación que veíamos hace un año.
Tanto ha golpeado este cambio a los especuladores, que varios vendedores fuera de la Unión Europea están optando por no aceptar devoluciones de lo nuevo de NVIDIA. Según ha comunicado el canal de YouTube Moore's Law is Dead, tiendas como NewEgg han anunciado que no aceptarán reembolsar las RTX 4080. Esto, evidentemente, no es algo que vayamos a ver en nuestro territorio gracias a la ley del consumidor, que ofrece un mínimo de 14 días para un desistimiento sin peros por parte del vendedor.
Para muchos, esto será una muestra más de que el karma a veces sí existe, mientras que para otros una situación de la que salir desesperadamente para poder seguir operando única y exclusivamente en su beneficio. Sea como fuere, espero que podamos ver una estabilización del mercado y, con suerte, una vuelta a productos más asequibles y fáciles de encontrar en las estanterías.