Si hace unos años comprar memorias RAM suponía hacer un desembolso abusivo, estos últimos meses el premio se lo llevan las tarjetas gráficas. La situación general con las GPUs, tanto de Nvidia como de AMD, no ha hecho sino empeorar y no parece que vaya a haber una mejoría a corto plazo si atendemos a las subidas en los precios que nos deja este mes de octubre.
El caso de AMD es tremendamente preocupante pues el precio de sus tarjetas gráficas ha aumentado un 18%, lo que se traduce en un sobrecoste del 101% frente al precio de venta recomendado de estas GPUs. Así pues, la situación general es de desanimo y el mercado vuelve a colocar a AMD en una posición peligrosa.
La compañía californiana está destinando sus recursos al desarrollo de las CPUs EPYC, la actual plataforma de AMD para servidores, por lo que la fabricación de tarjetas gráficas ha pasado a un segundo plano. Y es que, a pesar de que actualmente el stock de las tarjetas gráficas sigue siendo más del doble del que había a comienzos de año, el sobrecoste en su producción y las consolas de nueva generación parecen no ayudan regular su precio
Por otro lado, la situación con Nvidia no es mucho mejor en un momento peligroso con el inminente lanzamiento de los primeros procesadores Alder Lake. Su precio ha aumentado en las últimas dos semanas del pasado mes de octubre un 14%, lo que supone un sobrecoste del 86% del precio recomendado.
Por el momento, lo único que podemos sacar en claro es que lo mejor es esperar si queréis mejorar vuestro sistema. La situación no es la mejor y parece ser que a comienzos de 2022 la escasez en la fabricación de los componentes y el sobrecoste de estos procesos se va a mantener, lamentablemente.