Lejos de ser un estándar en el mundo del videojuego, Unreal Engine sí que ha sido un motor gráfico muy fácilmente escalable y accesible para muchos estudios pequeños e independientes, sin olvidarnos de los usuarios y sus experiencias más comedidas. Otros estudios prefieren apostar por versiones propias de sus motores gráficos como GTA V con el Rockstar Advanced Game Engine, o The Witcher 3 con REDengine.
No obstante, parece que la situación está cambiando y lo hace en favor de Epic Games. La compañía de Tim Sweeney ha firmado ciertos acuerdos con la propia CD Projekt para The Witcher 4 o con Crystal Dynamics para el futuro Tomb Raider. Estos son proyectos de futuro, pero ya podemos ver y jugar bajo este motor gráfico, aunque requiere de un auténtico monstruo si lo queremos ejecutar al máximo de su capacidad.
La experiencia interactiva de Matrix Awakens se ha estrenado por fin en PC tras su exclusividad en consolas PS5. Ésta nos deja explorar la ciudad creada por el equipo de Epic Games para promocionar la última película de Matrix y el usuario Andrew Lauritzen ha querido llevar su PC al límite. Este sistema cuenta con un Intel i9 12900k, 32 GB de memoria RAM y una potente RTX 3090, todo ello para hacer funcionar este juego a 40-50 FPS a una resolución desconocida, aunque suponemos que es 1080p.
Unreal Engine 5 aún tiene que despegar más allá de esta experiencia virtual, pero el equipo de Epic Games ha puesto toda la carne en el asador y el resultado gráfico es sobresaliente, aunque no parece muy accesible, por el momento. De hecho, el youtuber AJ Gaming ha hecho la misma prueba con un sistema idéntico pero a una resolución de 4K y en los momentos de mayor estrés, en la autopista o en el centro de la ciudad, el juego desciende a 30 imágenes por segundo.
Si bien es cierto que son números algo preocupante sobre todo viniendo del que parece ser el motor gráfico del futuro, hay que tener en cuenta que esta prueba con UE5, Nanite, Lumen y las demás tecnologías de apoyo de Epic Games, no cuenta con opciones de optimización fáciles de modificar y está en fase beta. No hay ajustes que cambiar y supone una prueba cruda, es decir, sin ajustes de optimización, por lo que es de esperar que el rendimiento en los futuros juegos sea incluso mejor.