La cuenta atrás a Hogwarts Legacy ha entrado en un muy llamativo último tercio con apenas 1 mes entre nosotros y el juego de magia y mundo abierto de Warner Bros. Muchos auguran que el juego va a ser un melocotonazo y marcará, al menos económicamente, un punto de inflexión apenas en febrero de 2023, si no es que lo ha hecho ya. Y es que a pesar de los retrasos y la figura de una J.K. Rowling vilipendiada a lo largo y ancho de la red, el juego es un éxito en Steam.
Actualmente, el denominado —y con razón— "mayor juego de Harry Potter hasta la fecha", ha entrado en la lista de los más vendidos de enero en la plataforma de Valve por delante de Cyberpunk 2077 o FIFA 23. Caben destacar 2 cosas. Por un lado, el juego aún tiene cinco semanas por delante para cosechar incluso mayores éxitos. La segunda es incluso más llamativa, y es que al margen de su lanzamiento en consolas de nueva generación —a la que seguirán PS4, One y Nintendo Switch a lo largo del año—, el juego se vende a precio completo frente a una competencia rebajada durante Navidad.
Esto ha levantado incluso una mayor expectación en torno al juego. Si echamos la vista atrás y lo comparamos con Elden Ring, el claro favorito del pasado 2022, la situación, salvando las distancias, sigue un mismo patrón: el hype desmedido al margen de los problemas. El soulsborne de FromSoftware se colocó casi 2 meses antes de su lanzamiento entre lo más vendido de Steam superando a Forza Horizon 5 o Dying Light 2 Stay Human. El boca a boca y la expectación, especialmente teniendo en cuenta la escala del juego, podría catapultar al juego incluso más arriba en la tabla.
Por el momento, no conocemos cifras reales debido a su condición de preventa, pero esta realidad ha topado con una duda muy importante y que queremos rescatar: ¿ha fallado el boicot al último juego del universo Harry Potter? Si recordáis, al formar parte el RPG de un Wizarding World que tiene a J.K. Rowling como asociada —además de ser madre de este imaginario—, y tras las peligrosas declaraciones de la británica, se convirtió en objeto de odio por una parte importante de la comunidad contraria a las palabras de Rowling.
Si bien el boicot al juego se ha llevado casi desde el anuncio de éste, especialmente tras ciertas decisiones a la hora de customizar nuestro personaje que muchos han criticado como blanquear la polémica; no es sino un reflejo de la misma obstrucción que ha sufrido la saga de Animales Fantásticos en el cine. Al margen de la "no compra", incluso la decisión de piratear el juego con vistas a no darle un euro a la autora o a la Warner Brothers, la comunidad se alzó en armas en todos los campos de batalla posibles, desde redes sociales a Steam.
La plataforma de Valve ha visto durante semanas cómo los usuarios en contra de la británica han añadido etiquetas al juego tan eviscerantes como Segunda Guerra Mundial (en alusión a la ultraderecha), "Cancelada" o "Transfóbico". A escasos 31 días de su lanzamiento y atendiendo a que no todo el mundo decide pre-comprar un juego —más si pagas el importe íntegro del mismo al momento—, el boicot no parece haber tenido suficiente peso si atendemos al apartado más puramente económico.
Imagen: SteamDB
Desde el punto de vista del jugador, apartar a Rowling de una saga cinematográfica que adapta sus escritos con ella como guionista es imposible —no se hizo ni en Los Secretos de Dumbledore, acreditada como co-guionista—; pero enfocar "el gran juego de Harry Potter" en torno a un Wizarding World neutro sin la presencia de su autora, parece lo más lógico. El fan de Harry Potter difícilmente dejará de lado un producto que lleva esperando años. Incluso aunque saliera un juego de HP de este calibre cada lustro, sería difícil apartarlo porque, hablando en extremos, le gusta. ¿Eso implica que no apoye la denuncia contra la autora? Indudablemente que no, pero las convicciones éticas o sociales van por otro lado.