Cada año, vamos viendo que las marcas de componentes tienen que ir aumentando su apuesta con nuevos y más potentes chips. Los saltos generacionales son el pan de cada día en la industria del hardware, y normalmente estos son recibidos con entusiasmo y grandes órdenes a los fabricantes. Con sus Ryzen 7000, AMD estaba buscando volver a romper el molde, pero parece que las cosas no le han ido del todo bien, y la marca ahora tiene entre manos un cambio de estrategia.
Hace unos días, supimos que el equipo rojo había decidido recortar los niveles de producción de sus nuevos chips por la (relativamente) baja tasa de ventas, algo que señalaba malas noticias en el horizonte. Recurrir a una rebaja de producción a principio de una nueva generación es un movimiento que no se hace a la ligera, y que predice una rebaja de confianza en el propio producto que se está lanzando, y un problema en potencia.
Teniendo en cuenta que AMD no puede poner toda su fe en sus tarjetas gráficas, pues NVIDIA sigue siendo el rey en ese mercado, ver que sus procesadores, el as bajo la manga de la firma, se tambalea habla mucho sobre el estado actual de la compañía y de la generación de CPUs que ahora está entrando. Pero, ¿por qué está ocurriendo este suceso? Toca analizar los elementos clave que han podido llevar a esta importante decisión, y que vienen de cómo los usuarios están adoptando esta nueva plataforma menos de lo que la compañía predecía.
AMD Ryzen 7000 y sus problemas de adopción
Un cambio de placa base agresivo para el bolsillo
A la hora de hacer un salto generacional, sobre todo en el espacio de los procesadores, siempre hay otros elementos que tener en cuenta. Por su parte, los Ryzen 7000 dicen adiós al socket AM4 y dan la bienvenida a AM5, que cuenta con sus pros, pero también con contras. Siendo solo compatible con placas que utilicen el chipset X670, X670E, B650 y B650E, modernizarse y adoptar estas CPU ahora viene con un caro coste extra de la mano de unas placas base más caras que las de la competencia.
La RAM también eleva la factura
Por otro lado, la RAM también es algo muy importante a tener en cuenta. Mientras que Intel te permite mantener tu DDR4 (con la reducción de rendimiento que esto conlleva), AMD se ha pasado a DDR5 exclusivamente. Esta modernización no es mala, ni mucho menos, pero también viene con una etiqueta de precio bastante superior, casi duplicando la inversión que hay que hacer en memoria en comparación con la generación anterior.
Competencia robusta por parte del equipo azul
Intel quiere volver a reclamar su corona con Raptor Lake, la 13ª generación de procesadores de la marca. Si bien es verdad es verdad que a nivel de rendimiento todavía no hemos visto todo lo que ambas gamas de procesadores pueden ofrecer (aunque sí que tenemos adelantos no oficiales al respecto), sabemos que Intel viene a pelear también en otro plano: el del precio.
Si bien es verdad que los procesadores como tal no difieren tantísimo en sus precios (pues AMD ha dejado de lado el mercado de presupuesto moderado), el hecho de poder reutilizar la RAM DDR4 en sistemas Intel, es un gran alivio para el bolsillo, aunque vaya a resultar en un rendimiento menor. Por otro lado, si vienes de Alder Lake, la 12ª generación de Intel, incluso puedes reusar también tu placa base, rebajando de manera enorme el gasto; u optar por alguno de los chips nuevos, cuyo precio es menor que los del equipo azul. Esto ha hecho que parte del público opte por tener al equipo azul en su punto de mira por encima del rojo, rebajando el interés y las cifras de ventas de los Ryzen 7000.
Ryzen 7 5800X3D, el gran rival de sus hermanos mayores
A la hora de ver la relación rendimiento:precio de los Ryzen 7000, hay un enemigo en su propia casa que va a ser difícil de derrotar, al menos a principio de generación. El Ryzen 7 5800X3D es uno de los mejores chips para gaming actualmente, tanto que incluso supera en prestaciones a varios Ryzen 7000. Si a esto le sumamos, de nuevo, el hecho de poder utilizar RAM DDR4 y una placa con zócalo AM4, nos quedamos con una opción tan potente como permisiva para la cuenta bancaria, y a la que es difícil justificar dejar de lado.
Todos estos factores son los que están haciendo que el estreno de los Ryzen 7000 no sea tan espectacular como la firma roja esperaba. Con una adopción por parte de los usuarios menor de la que la compañía tenía en mente, han tenido que tomar la medida drástica de reducir su cuota de producción, al menos de momento. Por otro lado, no tildaría este lanzamiento de fracaso, simplemente porque rebajar la producción no significa que se haya vendido poco, sino menos de lo esperado. AMD tenía muchas esperanzas en el estreno de Zen 4, y parece que habrá que esperar para comprobar si estos chips tienen el potencial para ser los reyes del mercado. De momento, esto es un golpe gordo para la marca roja.
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