En los últimos años, una de las tecnologías que más ha beneficiado a los jugadores en cuanto a tarjetas gráficas ha sido la inclusión de algoritmos como el DLSS de Nvidia o el FSR de AMD. Estos buscan renderizar juegos a resoluciones más bajas para luego utilizar inteligencias artificiales para mejorar la apariencia de la imagen.
Este tipo de tecnología es ideal pues puede darnos resoluciones altas a costes de rendimiento bastante menores de los habituales, y Valve lo sabe. Por eso, una de sus jugadas maestras en cuanto a la Steam Deck va a ser la inclusión del FSR por defecto. Pero, ¿qué significa esto exactamente?
Para que un título pueda beneficiarse de DLSS y FSR, primero sus desarrolladores tienen que implementar soporte para ello. Pues bien, Valve ha buscado sacarse las castañas del fuego y ha confirmado que los usuarios de Linux (que seguramente opten por mantener SteamOS como sistema operativo para sus sistemas), podrán utilizar el FSR independientemente de si los títulos lo tienen implementado o no, según han revelado en la nueva versión del FAQ para desarrolladores.
Esto tiene su evidente lado bueno, pero también pone preocupaciones sobre la mesa. La resolución nativa de Steam Deck en su modo portátil será de 1280x800, y renderizar a menos que eso para luego utilizar los algoritmos tiene un riesgo asociado: la pérdida de calidad, sobre todo en cuanto a los detalles, podría ser mayor de la esperada.
Personalmente, las pocas veces que he usado FSR me he llevado una grata sorpresa. Obviamente, se pierde algo de fidelidad gráfica, pero las ganancias en rendimiento son bastante sorprendentes, y su uso en una máquina como la Steam Deck podría tener consecuencias muy beneficiosas. Por un lado, lo obvio es pensar en el rendimiento o en el uso de batería, que podría verse incrementado a partes iguales. Por otro lado, puede que sea lo que necesitemos para poder conseguir resoluciones de 1080p con tasas de frames estables a la hora de conectar la máquina a un monitor externo.