Estos días, es imposible no hablar de la tremenda filtración que ha sufrido Rockstar. Con una versión muy temprana de GTA 6 rondando internet, puede molar ver el videojuego que tanto estamos esperando en un estado temprano para saciar nuestra curiosidad. Pero, por guay que sea eso, hay más a tener en cuenta, y lo que le pasó a Half-Life 2 es la prueba perfecta de ello.
A día de hoy, el segundo Half-Life es algo que casi damos por hecho. Un título que salió a finales de 2004 y que nos ha acompañado desde entonces, manteniéndose relevante durante casi 18 añazos ya. En 2003, eso sí, la cosa era muy diferente. Teniendo las expectativas por las nubes, el FPS todavía no era una realidad. O al menos no lo era hasta que se filtró.
Y es que Valve sufrió una de las filtraciones más infames de la historia del videojuego. En septiembre de 2003, un hacker alemán llamado Axel Gembe se infiltró en los servidores de la empresa y se hizo con versiones de desarrollo de Counter-Strike Source, Team Fortress 2 y la joya de la corona, Half-Life 2, que iba a ser lanzado ese mismo noviembre.
Tras esto, en octubre del mismo año, el código fuente de esta beta apareció online. Como Gembe no sabía hacer funcionar de manera correcta el código fuente, buscó ayuda de un programador que le aseguró que mantendría todo en secreto. Obviamente, no lo hizo.
La beta jugable de Half-Life 2 no solo puso a Valve en un compromiso, sino que demostró al mundo que el título no estaba preparado, obligando a la compañía a un retraso de última hora. Se dice que esta era la versión del juego que iba a salir en 2003, un desastre lleno de bugs e incosistencias, lo cual hizo que la comunidad se les echase encima. Primero por dejarse hackear, y segundo por ver el estaddo deplorable de Half-Life 2 en septiembre de 2003. Valve, por su parte, siempre han negado eso, insinuando que la build filtrada era vieja.
El mismísimo Gabe Newell, cofundador y director general de Valve, acudió a la comunidad del juego a pedir ayuda. "¿Alguna vez habéis tenido una de esas semanas? Estos no han sido los mejores días para mí o para Valve. Sí, el código fuente que ha sido compartido es el de Half-Life 2", decía el ejecutivo.
Al final, Half-Life 2 tuvo que retrasarse hasta noviembre del año siguiente. Las condiciones de trabajo en Valve fueron de bastante crunch, y la empresa descartó y reimaginó gran parte del juego en esos 12 meses. Costándole millones de dólares, algunos trabajadores llegaron a creer que esta filtración destruiría a la compañía. Por suerte, todo le salió bien a la desarrolladora y su juego se convirtió en un clásico imborrable, pero el daño que esta filtración le hizo a la compañía y a la moral de sus desarrolladores es innegable y podría haber tenido gravísimas consecuencias.
Gembe, por su lado, acabó viendo cómo el peso de la ley cayó sobre él. Terminó siendo arrestado y juzgado por haberse infiltrado en los servidores de Valve y haberle robado datos, aunque nadie lo culpó de haber publicado todo eso en internet, creyéndole cuando dijo que fue su compañero. El juicio terminó con el hacker siendo sentenciado a dos años de libertad condicional, siendo esta una pena rebajada por sus circunstancias personales. Muchos años más tarde, el pirata informático se arrepiente de lo que hizo y del daño que le causó a Valve.
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