Que los videojuegos tienen un aspecto cada vez más real es algo que se persigue mucho dentro de la industria. La pelea por los gráficos más fidedignos y el fotorrealismo se lleva librando en este medio casi desde el día cero, y puede enseñar grandes adelantos técnicos, pero también tener consecuencias inesperadas. Los desarrolladores del simulador militar ArmA nos hablan de ello.
Los simuladores son, evidentemente, el género que más tiende a conseguir imitar la realidad, con populares ejemplos como Microsoft Flight Simulator o el ya mencionado ArmA, y parece que la tercera entrega de la saga está viendo su gameplay usado con fines deshonestos para la creación de noticias falsas.
En un comunicado de Bohemia Interactive, la desarrolladora detrás de esta legendaria franquicia, sus creadores nos cuentan cómo su juego está siendo utilizado para esparcir fake news, algo a lo que están acostumbrados, y cómo lidian con ello. Además, nos invitan a aprender cuáles son las señales de que estamos ante metraje editado para engañarnos.
Algunas de estas claves son bastante fáciles de detectar para cualquier usuario, como las bajas resoluciones que ya no son realistas en 2022, las cámaras que se ajitan demasiado, una imagen oscura para ocultar que es un videojuego o la falta de sonido para enmascarar lo poco realista que es el audio de los videojuegos. Por otro lado, también nos instan a intentar ver si hay elementos de la interfaz presentes, efectos de partículas poco naturales o incluso indumentaria y vehículos poco realistas, para aquellos que estén más versados en la logística militar.
El estudio afirma que intenta por todos los medios luchar contra este tipo de prácticas, apelando a los sistemas de moderación de YouTube, pero que no da abasto con la cantidad de clips falsos que emergen durante el conflicto bélico. Es por esto que confía en que los usuarios informados podamos distinguir entre escenas reales y un videojuego utilizado para manipular a la opinión pública.