Una de las consecuencias de la masificación de conceptos y obras en el manga es que muchos de estos productos no salen a la luz o quedan opacados para el público general, por lo que su adaptación al anime suele dar una visibilidad espectacular. He de decir que esto mismo me ocurrió a mi. Shingeki no Kyojin, la obra Hajime Isayama me era esquiva. También es cierto que no soy lector común de manga, por lo que hasta que no llegó su anime en 2013, no puse mis ojos en esta particular propuesta Shōnen.
En total, tenemos 7 juegos de la licencia, de los cuales solo 3 que han llegado a nuestro territorio, acomodando como buenamente pueden el anime. Lejos de adaptar bien la historia, algo entre complicado e imposible, ninguno de estos juegos consigue trasladarnos al mundo creado por Isayama; ninguno, excepto un juego creado por los fans. Hablo de Swammys Attack On Titan Fan Game, un modesto título desarrollado por cuatro aficionados bajo el motor Unreal Engine 4 con un concepto muy básico: desechar cualquier tipo de intento narrativo y primar la experiencia de combate y movimiento por encima de todo.
Lo cierto es que no buscaba un juego que me contase, de nuevo, lo mismo que puedo leer o ver en el anime, sino que consiga hacerme sentir parte del cuerpo de exploración por las calles de Trost o Shiganshina, incluso por los bosques circundantes, y lo ha conseguido. En este tipo de propuestas, es la sensación de movimiento o de combate la que deja poso, es casi lo único que busca el fan.
Aunque puede sonar raro, quizá por la enorme diferencia entre ambos, incluso de plataforma, la sensación de juego es similar a la puedes tener con el Marvel's Spider-Man de Insomniac Games; un juego que supo trasladar a la perfección el movimiento del héroe arácnido al videojuego tras mucho tiempo replicando la misma esencia arcade de balanceo. Swammys Attack On Titan Fan Game no busca ser un simulador, ni mucho menos, pero en su simple sistema de control y botones está la clave de todo este logro.
Este fan-game apuesta por una vista en primera persona —esencial para el concepto que busca y para explicar este texto, aunque podemos ponerlo en tercera persona— donde los botones principales del ratón son los dos disparadores del equipo de maniobras a cada lado de, en este caso, Eren y enganchar los garfios para movernos. Simple, ¿verdad? Pues esa simpleza consigue lo que no había hecho antes ningún título.
No me extraña que la mejor sensación que he podido obtener del mundo de Isayama, la haya recibido de un grupo de fans
A veces, lo fácil y directo da mejores resultados. Cuando decía que la obra de Insomniac Games se me venía a la cabeza cuando jugaba, era por esto. Los disparadores no se enganchan de forma automática, implica que tenemos que apuntar, y no lo harán si no hay superficie en la dirección a dónde apuntemos, casi como las telarañas de Peter Parker en la Nueva York de Insomniac. Es este pequeño y difícil concepto, replicado de forma sencilla, lo que traslada la verdadera experiencia del universo de Shingeki no Kyojin, a mi juicio.
¿El resultado? El gameplay que corona estas líneas habla por sí solo, pero os digo que una vez consigues aprender a moverte, puedes ser partícipes de movimientos y secuencias incluso más atractivas visualmente que los productos oficiales. Lejos de esto, el pequeño equipo se permite cierto espacio para la experimentación con conceptos de combate cuerpo a cuerpo, transformaciones de Eren en el Titán de Ataque o pequeños QTE para evitar ser engullidos por una de estas bestias.
Todo con los límites que marca un juego de esta índole, pero el producto es notable. No quiero reducir todo esto a la simple idea de "Bandai Namco tiene que dar millones a este grupo de desarrolladores para que lo hagan a lo grande y mejor". Quizá no pueden. Un videojuego no solo es la sensación de movimiento, la sensación a los mandos, hay muchos factores.
No obstante, no me extraña que la mejor sensación que he podido obtener del mundo de Isayama, la haya recibido de un grupo de fans, de un juego gratis. Uno al que podéis acceder todos vosotros, únicamente entrando en el canal oficial de Discord del juego. Una experiencia gratis, completa y, quizá, de lo mejor que podremos ver del manga en el videojuego.