Una vez más, Fortnite y Epic Games están siendo objetivo de acciones legales. ¿La razón? Uno de sus bailes, como ya pasó en el caso de Alfonso Ribeiro, el famoso actor que interpretó a Carlton en el Príncipe de Bel-Air. Eso sí, esta vez, además, hay matices que hacen el caso más complicado para Epic.
Gracias a los compañeros del portal Polygon, hemos podido saber que la compañía norteamericana ha recibido una denuncia por parte del coreógrafo Kyle Hanagami. Según alega el demandante, pasos de uno de sus bailes fueron usados sin consentimiento en el emote "Es complicado", que fue lanzado allá por agosto del 2020.
El baile en cuestión es uno que Hanagami creó y subió a YouTube en agosto de 2017, y sobre el cual tiene los derechos. Esto podría darle una ventaja en la batalla legal, aunque también viene con un gran pero. Ese tipo de copyrights, sobre todo cuando tienen que ver con bailes, suelen ser difíciles de hacerse respetar por la vía legal, pues dejan mucho margen para la expresión artística.
Además, el propio emote de Fortnite incluye, tras los pasos de Hanagami, otros distintos, y no utiliza la canción How Long, de Charlie Puth. Esto puede complicar el caso, pues para que una demanda de este tipo lleve a buen puerto, suele ser un requisito que se copie gran parte del baile, no solo unos cuantos pasos.
Aún así, es indiscutible que el coreógrafo tiene los derechos sobre su baile. Además, el vídeo original ha visto más de 35 millones de visitas desde su publicación en YouTube, haciendo que este tenga además cierto peso social. Los abogados de la acusación, por su parte, han creado un vídeo para que se vea la comparativa de ambos bailes, lo cual prueba que, en los pasos en los que coinciden, son idénticos.
Hanagami pide a Epic Games que retire el baile de Fortnite y, además, pague por sus gastos legales, además de darle compensación económica por daños, aunque no se ha especificado una cantidad concreta. Habrá que esperar a ver qué decisión toman los tribunales, aunque, en este caso, es poco arriesgado decir que el demandante tiene más posibilidades de ganar la pelea legal que en otros casos parecidos.