El equipo de desarrollo polaco People Can Fly ha compartido un nuevo informe en la sección para inversores de su página web donde asegura no haber recibido el ingreso por royalties que esperaban de Square Enix a raíz de la publicación colaborativa de su último videojuego, Outriders. De hecho, el control de las ventas de este se les escapa.
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De acuerdo con una traducción automatizada del texto original, ese pago estaba previsto para un máximo de 45 días tras el vencimiento del trimestre, o sea, el 16 de agosto. People Can Fly sospecha que la razón por la que no han recibido el dinero aún es que el juego todavía no es rentable para el editor, tal vez porque este no haya calculado correctamente los costes de desarrollo y publicación o como subproducto de acuerdos como el de Xbox Game Pass.
Las ventas de Outriders y un futuro indie
"No tenemos cifras de ventas para Outriders" explica el ejecutivo de PCF Sebastian Wojciechowski. "Estimamos [que ha vendido] entre dos y tres millones de copias y pensamos que estos resultados asegurarían la rentabilidad del proyecto en el primer trimestre de ventas". Ante la negativa que nos atañe, el comunicado asegura que se mantendrán a la espera: consideran que habrá rentabilidad más adelante este mismo año.
Wojciechowski explica que la falta de control es uno de los inconvenientes que entraña asociarse con empresas como Square Enix. "Esa es una de las razones por las que, además de además de trabajar con editores, hemos tomado la decisión de desarrollar proyectos cuyas IP permanecerán como propiedad de la compañía y que serán publicadas por la compañía".
Tuve ocasión de analizar Outriders para 3DJuegos en su lanzamiento, y por aquel entonces quedé bastante satisfecho con el resultado: un looter cooperativo que huye de las convenciones del género y busca su propio camino, con algunos encuentros muy desafiantes y un gran sentido de la progresión como RPG. Extrañamente el juego superó las expectativas de Square Enix en su estreno, pero está claro que esa actividad no tiene por qué corresponderse con los cálculos del editor.