Me han vendido este juego con 20 minutos de demo y un michi alienígena negro y gordito

Imagen de Planet Of Lana (Wishfully Studios)
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

He podido jugar Planet of Lana. Sí, suena algo mega exclusivo. Quizá un acceso especial que en 3DJuegosPC hemos tenido gracias a Wishfully Studios, pero nada más lejos de la realidad. Lo menciono como un "al fin" porque con tanta actualidad, se me había olvidado completamente probar alguna que otra cosa del Next Fest de Steam. Menos mal que lo he hecho, porque Planet of Lana es una locura bien bonita. Una que solo ha necesitado de 20 minutos para enamorarme.

Hecha la introducción, decir que guardo con sumo cariño The Last Guardian. No lo jugué de lanzamiento en PS4. De hecho, ni siquiera en aquella generación de Sony PlayStation. Lo hice en un momento personal muy duro, y, como las grandes obras de este medio de entretenimiento, hicieron mi camino más llevadero en el mundo real. No obstante, no sabía que parte del espíritu de Team ICO —ahora genDESIGN— que tanto me ayudó en aquellos malos momento, forma parte del ADN de Planet of Lana; y no puedo sino alegrarme por haber dado con el juego.

Aunque Planet of Lana ha participado en algún que otro evento de la industria —lo vimos por primera vez en los The Game Awards de 2021, por lo que ya se ha codeado con los grandes—, no ha sido sino hasta el evento de Steam que ha entrado con una fuerza capital en mi radar. La demo gratis como parte del festival de Valve nos deja probar sus primeros minutos de juego. Nada muy rebuscado. Un pequeñísimo vistazo al entrante de un menú completo compuesto por un virtuosismo visual, una muy bonita banda sonora y aquel toque tan Team ICO de cariño, superación comprensión y sintonía de dos especies diametralmente opuestas.

Aquí no tenemos que matar gigantescas criaturas como en Shadow of the Colossus. Tampoco debemos dejarnos llevar y proteger —así como ser protegidos— a un animal mitológico mitad perro, mitad pájaro. Estamos nosotros con una pequeñísima bola negra con ojos y una redondez tan cuca que quieres abrazar hasta espachurrar. Aunque el estilo de juego se asemeja más a Inside o Limbo, con un planteamiento en 2D muy horizontal, y donde los puzzles y el sigilo priman por encima de todo; Planet of Lana ataca de pleno a nuestro corazón.

Imagen de Planet Of Lana (Wishfully Studios)

Este pequeño acompañante antes mencionado no tiene nombre, o al menos no lo conocemos por ahora. No obstante, y de nuevo, replicando al mejor Fumito Ueda, es esa compenetración de ambas criaturas lo que nos sacará adelante; aquel sentimiento de cuidar a tu compañero, porque sí, puede morir como nosotros y se acabó la partida. Voy a ir más allá. Me voy a abrir completamente a vosotros: le he cogido muchísimo cariño a este "gatito" en apenas 20 minutos; y eso que no habla, o por lo menos no en un idioma que podamos entender.

El compositor que trabajó en The Last Guardian se lleva aquella música que bordea entre la melancolía y la esperanza, a este Planet of Lana

¿Queréis más similitudes con las obras de Ueda? Las tenemos, aunque debemos poner el foco en Takeshi Furukawa. El compositor que trabajó en The Last Guardian se lleva aquella música que bordea entre la melancolía y la esperanza, a este Planet of Lana. Antes siquiera de saber que Furukawa estaba inmerso en el proyecto de Wishfully, los primeros acordes nada más despertarnos en esa verde pradera que acoge el principio del juego hicieron clic; me recordó a algo que ya había jugado. Y, ¡leche!, Planet of Lana se apunto otro tanto con ello.

Imagen de Planet Of Lana (Wishfully Studios)

Todo esto no son sino ideas; inspiraciones que he tenido con apenas 20 minutos de demo. 1 200 segundos que invertí ayer mismo que me llevaron, al acabarla, a añadir el juego a mi lista de seguimiento en Steam con un claro pensamiento de "esto no pienso perdérmelo". No voy a hacerlo porque si bien no creo —o no quiero— que me haga llorar como aquella historia de Trico, he descubierto un juego con tanta alma, tantas ganas por abrazarte y decirte al oído "todo irá bien", que no puedo dejarlo pasar.

Como veis, no he querido centrarme en el apartado más puramente estético. Este juego indie es bonito y poco más puedo decir que apoye —o incluso desmienta, si fuera un erudito del arte— esa frase. Solo tenéis que verlo vosotros mismos. He querido centrarme en sensaciones; quizá sentimientos; puede que incluso añoranza de más juegos "a lo Team ICO". Quién sabe, pero ha entrado por la puerta grande entre los juegos que más espero del año, aunque "primavera de 2023" se me antoja una fecha muy lejana.

Comentarios cerrados
Inicio