Elon Musk está en boca de todos las últimas semanas. No es raro que el excéntrico millonario aparezca en todos los medios, y estas semanas se ha comido la red con la compra, finalmente, de Twitter. Hoy sabemos que el patrimonio neto de 223,8 miles de millones de dólares estadounidenses de Musk o los 18,76 miles de millones en ingresos de Tesla no fueron capaces de comprar la licencia de Her Story.
Según destacó recientemente Sam Barlow en Twitter, una historia que recoge el portal PcGamer, Tesla se le acercó con vistas a incluir el juego en sus vehículos. No es la primera vez que hemos visto la compañía de automóviles de Elon Musk coquetear con videojuegos en sus coches, pero la situación alcanza el absurdo cuando aparentemente Tesla no quiso poner un euro por su licencia.
"Pregunté cuánto pagarían por la licencia para cubrir el trabajo de ingeniería; sugirieron que cero, que debería considerar la visibilidad que obtendría", añadió Burlow. Una situación que no es la primera vez que vemos en redes sociales con creadores de contenido ofreciendo la exposición de su negocio a cambio de nada.
No obstante, la idea de pagar con exposición un proyecto que se financió con la dedicación y el sudor de Barlow, no es nada atractivo, más aún cuando quien te ofrece su uso es Tesla. Claro está, la visibilidad que da Tesla en Estados Unidos quizá sea elevada, aunque es una hoja de doble filo. Her Story no es Cyberpunk 2077 o The Witcher 3, y no muchos se animarían siquiera a probarlo en su vehículo cuando está en dispositivos móviles.
El final de la historia sigue siendo una incógnita, aunque si Barlow no comentó nada al respecto, es de esperar que ante la negativa del creador la compañía cesase todo contacto con él. Eso sí, añadió que "Her Story en un automóvil sigue siendo una de las ideas más tontas que he escuchado".
Sam Barlow abandonó Konami tras trabajar en Silent Hill: Origins y Shattered Memories para buscar una carrera en solitario. Si bien Her Story es un proyecto de difícil acceso debido a su concepto de aventura interactiva bajo un rodaje muy cinematográfico, despuntó con críticas sobresalientes alabando su enfoque procedural.