Con el lanzamiento de la 12ª generación de CPUs Intel, el socket LGA 1700 y el chipset Z690 también ha llegado el uso de una nueva generación de RAM, la DDR5. Esta, además de presumir de frecuencias altas (siendo la base 4800MT/s), poder alojar el doble de memoria por módulo y tener una nueva arquitectura de chips, posee características clave que vienen de la mano de su PMIC, y eso es un problema.
Según dicen fuentes chinas, el suministro de chips PMIC, el cual es usado para gestionar más eficientemente el uso de energía, se encuentra en déficit ahora mismo. Si bien es verdad que ya se suponía que esta nueva RAM iba a ser más cara que su predecesora, ahora es posible que la falta de abastecimiento en el campo de los microchips puedan exacerbar y alargar esta discrepancia.
Fuentes cercanas a los fabricantes, avisan que el tiempo de duración de esta situación podría alargarse durante unas 35 semanas, o lo que es lo mismo, un poco más de ocho meses. A todo esto hay que sumarle su coste, que es diez veces mayor que el de su equivalente para la antigua generación. Esta suma de factores muy seguramente se vea reflejada en un aumento de precios, que se combinará con el de otros productos actualmente inflados, como las tarjetas gráficas.
El lado relativamente positivo de esto es que la RAM DDR4, que actualmente está mucho más extendida en plataformas actuales, no tiene por qué verse afectado. Al ser DDR5 utilizado solo en plataformas Z690 (de momento), únicamente un grupo muy específico de usuarios se está viendo afectado por esto.
Es una época difícil para ser fan de los ordenadores. Entre esto, la falta de GPUs y el asedio de nuevas criptomonedas que pueden afectar a otros componentes, estamos ante un mercado tan inflado como volátil. Habrá que armarse de paciencia y esperar a ver cómo cambia la situaci´ón, aunque varios profesionales de la industria ya han avisado: el tema aún va para largo.