Como cabría esperarse de un juego tan grande, Starfield está lleno de contenido y misiones que hacer. Con aventuras potentes en su trama principal, el contenido secundario tampoco se queda atrás. Sí, por supuesto que tienes sus "ve de A a B y habla con Menganito", pero también se ha reservado algunas de sus mejores historias para estas side quests. Hoy quiero hablarte de Mantis, la secundaria del juego de Bethesda que me ha maravillado.
En Starfield, hay una leyenda que mete el miedo en los corazones de muchos forajidos: la de Mantis. Algo así como un Batman estelar, este vigilante tiene un grandísimo legado detrás, tanto que se ha convertido en una especie de mito estelar, un hombre del saco para malhechores. La verdad tras de sí es muy distinta a la que me esperaba.
Cómo me convertí en Batman en Starfield
La historia empieza como tantas otras: a través de aprender más sobre el universo, me topé con la misión de seguir la pista a Leon Voclain, un hombre desaparecido con una misión. Tras el fallecimiento de esta, recibió un videotestamento que lo invitaba a seguir su pista y encontrar su base si quería su su herencia. Gracias a esta gincana espacial, se topó con un gran secreto. Uno que cambiaría su vida… muy drásticamente.
Y es que la madre de este hombre era una persona muy excéntrica. No sabemos mucho sobre ella en vida, pero su propio testamento no terminaba con un adiós o un te quiero, sino con la frase latina "Sic semper tyrannis", o "Así siempre a los tiranos", un dicho busca transmitir que a los opresores hay que derrocarlos. Poco sabía Leon que su viaje lo llevaría hasta una verdad inesperada. Poco sabía Leon que su viaje lo llevaría hasta la propia base de Mantis.
Siguiendo sus pasos, conseguí encontrar este refugio, ahora lleno de Espacistas que no sabían exactamente en qué se estaban metiendo. Más interesados por el botín que por las implicaciones de la base, entre disparos y gritos dos voces me guiaban: las de mi objetivo y… su madre. Alternando mensajes dejados como ecos del pasado, la verdad cada vez era más innegable: no estaba siguiendo a una anciana cualquiera, ¡ella era la verdadera Mantis y su hijo iba a sucederla!
Más disparos. Más muerte. Más violencia. Era irónico que en la base de una supuesta justiciera todo se resolviese por el método más antiguo, pero ella tampoco lo había dejado fácil. Plagando el lugar de trampas, poco a poco me di cuenta de que yo no era el único que había derramado sangre en esa base estelar. Mantis protegía bien sus secretos, quizás demasiado.
PIVOT DLSS
Esperándome que llegar a la meta en este lugar me enseñase una historia sobre cómo un hijo se había dado cuenta del papel de su madre en los astros y había decidido seguir su estela, como si de un cometa se tratase, la realidad me golpeó en forma de torretas. Muchas. No fueron un problema para mí… pero sí para el protagonista de este relato, que claramente no estaba preparado para arrebatarle la corona a la mujer que lo trajo al mundo.
Asesinado a título póstumo por su propia progenitora, parecía que este era el final del linaje más misterioso de los astros hasta que llegué yo. La bienvenida, grabada antes del suceso, no pudo dejarme un sabor más agridulce. Felicitando a su hijo por poder sucederla y otorgándole su traje y naves, ahora el manto de Mantis no tiene una relación de sangre, sino de ideales. Surcar las estrellas de Starfield para aterrorizar a los maleantes de las estrellas es mi deber. Y también puede ser el tuyo.