Fallout 76 ha vuelto a nacer. En las últimas semanas, la popularidad que arrastra la serie de Prime Video ha animado a miles de fans a repoblar la enorme región de Appalachia, que en el momento de escribir estas líneas disfruta de nada menos que 48 324 jugadores simultáneos y picos diarios de unos 70 000. En Steam, las reseñas de usuario marcan un 75% de aprobación que nadie habría imaginado en el ahora lejano 2018, cuando esto no era más que una pila de bugs en ebullición. Cómo ha cambiado esto, ¿verdad?
Pues en realidad, tampoco te creas que es muy diferente, no. Como es lógico, la versión actual de Fallout 76 está infinitamente más pulida que la que tuvimos durante el lanzamiento original; ya no tienes que frustrarte con la progresión ni con el funcionamiento de las actividades o con el soporte de atención al usuario de Bethesda. Todo eso es una mejora. Ahora bien, más allá de eso, diría que el único lote de contenidos que realmente ha transformado la experiencia desde entonces ha sido... Wastelanders, que tiene ya la friolera de cuatro años.
Por si no estabas al día con el tema, Fallout 76 no ha dejado de crecer a golpe de actualización gratuita: no existe tal cosa como una expansión de pago al uso aún (aunque tal vez sí ocurra en el futuro). Y aunque estos parches siempre traen consigo alguna novedad en paralelo a los ajustes de balance y elementos de pulido típicos, el anuncio de nuevo contenido genuino es tan raro de ver como un unicornio. O lo que es lo mismo, la gente está descubriendo ahora una experiencia que ya estaba a su alcance desde hace mucho tiempo, y dándola por nueva.
¿Realmente ha evolucionado tanto Fallout 76?
De manera ilustrativa, las actualizaciones «Steel Dawn» y «Steel Reign» plantearon el regreso de la Hermandad de Acero a las tierras de Appalachia con unas cadenas de misiones que podías completar en apenas un par de horas cada una. Estuvieron bien, pero no fueron nada equiparable a un DLC de pago (básicamente porque no lo era). Y teniendo en cuenta que el juego ha crecido más o menos de la misma manera hasta ahora, me resulta curioso ver cómo el componente de popularidad ha sido capaz de darle la vuelta casi por completo a un juego que en realidad no ha cambiado tanto en los últimos tiempos.
Fallout 76 siempre ha estado más o menos igual que ahora, salvando por el desastre técnico que fue el lanzamiento y que afortunadamente ya no es; y el regreso de los NPC con Wastelanders. Para mí, tendría mucho más sentido que los números que tiene ahora mismo el juego en Steam se hubieran registrado por aquel entonces, hace cuatro años; pero al menos esta realización nos da que pensar en lo importante que resulta tener un buen empujoncito en forma de contenido transmedia o algo similar. Ojalá sea capaz de mantener su actividad bien encauzada, porque realmente siempre ha sido un juego bastante decente que no ha hecho más que mejorar pasito a pasito.
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