Si hace seis o siete años alguien me hubiera dicho que tendría Diablo, Halo o God of War en mi biblioteca de Steam, no me lo habría creído. Pero a día de hoy lo más normal es que las cosas se alineen de tal manera que todos o casi todos los lanzamientos triple-A terminen en la plataforma de Valve: lo que pasa es que algunos son un poco más testarudos que otros a la hora de dejarse caer.
Esta semana, los responsables de Stellar Blade (PS5) reconocieron a través de una entrevista estar "considerando" una adaptación a PC siguiendo el éxito de la original de consolas; mientras que Square Enix ha anunciado al fin que Kingdom Hearts llegará prácticamente al completo a Steam el 13 de junio, tras unos años preso en la tienda de Epic Games. Noticia que llega después de que el distribuidor nipón asegurase estar volcándose en el formato multiplataforma.
A modo de recordatorio, también se espera para más pronto que tarde la adaptación a PC de Final Fantasy XVI, también de SE; y los filtradores están vaticinando que God of War Ragnarok será el próximo del catálogo de PlayStation en aterrizar en Steam y EGS. El patrón es claro: todo termina en PC eventualmente, y aunque sea la última, Valve se hace con todo.
Steam sí, pero más tarde
¿Por qué no llegar directamente a Steam desde el primer día? Bueno, hay muchas maneras de justificar ese fenómeno. Las exclusividades temporales son comunes: minimizan riesgos por el lado de la publicación, y permiten a los desarrolladores centrarse en un único hardware cada vez. Pero también es curiosa la estrategia de Ubisoft, por ejemplo: sus principales lanzamientos llegan solo a su propia plataforma, donde asimilan el 100% de ingresos de cada venta; y a una Epic Games Store que hace una división 88/12 más generosa que el 30% que se quedaría Valve.
Recuerdo que aquel reparto de beneficios se anunció en su momento casi como una revolución para el PC, y muchos medios lo veíamos como un importante jaque contra Steam. Al final, los de Gabe Newell respondieron encogiéndose de hombros y no haciendo absolutamente nada al respecto; de modo que a día de hoy EGS continúa encasillada como "la plataforma de los exclusivos temporales en ordenador". Pasó con Hades, con Darkest Dungeon 2 y con otros muchos más.
Mientras tanto, me da la sensación de que Valve gana por pura inercia, porque realmente no pone mucho de su parte más allá de facilitar la publicación a los desarrolladores y más o menos darles algo de visibilidad. Como recordatorio, en el pasado la compañía metió la pata a base de bien con el fallido juego de cartas Artifact y llevamos muchos años a la espera de lo que a todas luces será Deadlock, si bien este no ha sido anunciado y ya tiene un recibo regular. Para cualquier otro esto sería una hecatombe, pero para Valve da un poco igual porque no necesitan convencerte de que uses su plataforma: simplemente, si juegas en PC terminas consumiéndola.
Dudo que muchos en el mundillo triple-A estén contentos con la idea de que Steam absorba un porcentaje significativo de sus ventas, pero creo que todos han encontrado de manera natural cierta relación de dependencia con la plataforma. A nivel de usuario, esto se me hace curioso cuanto menos, porque he terminado asumiendo que si un juego llamativo no sale en mi tienda de preferencia la respuesta no es comprarlo donde sale, sino simplemente esperar.
"¿Para qué querría yo Assassin's Creed Shadows en Ubi Connect, cuando terminará en Steam por 15 euros el año que viene?" me pregunto. "¿De verdad esperas que me compre una PS5 cuando voy a tener todo esto después?" Y así con todo. Menos con Bloodborne.
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