Allá en 1988, Sierra On-Line publicó Gold Rush, una aventura gráfica ambientada la fiebre del oro de California de 1848. Disponible en varias plataformas, fue uno de los últimos trabajos de la desarrolladora con la interfaz AGI, así como uno de los títulos más destacados de su tiempo. Hoy día no podemos decir que haya envejecido demasiado bien, pero sigue disponiendo de muchas virtudes. No obstante, lo que ha hecho que pase a la historia no es su narrativa, su guion o su apartado gráfico. Si bien es cierto que logró destacar en varios de estos aspectos, muchos nos acordamos de él gracias a las divertidas anécdotas que esconde detrás de su programación.
Y es que, aunque pueda parecer que la piratería es un problema relativamente reciente, lo cierto es que en aquellos tiempos también era un mal contra el que muchos estudios luchaban día sí, noche también. Cada uno intentaba luchar contra ellos a su manera, pero pocos fueron tan originales como Gold Rush. A fin de cuentas, no hay muchos juegos que te condenen a morir en la horca.
Gold Rush, el juego que te mataba en la horca por pirata
Por supuesto, no es el único que ha hecho algo así. Años después, GTA diseñó un sistema que te emborrachaba para que no pudieses seguir jugando. O te cerraba la puerta de un coche para que resultase imposible cumplir cierta misión. Hubo otro que hacía que tu empresa quebrase y te dejaba con una auténtica lección de moral y humildad en el proceso. Es decir, que han sido muchos los creativos los que han buscado ser ingeniosos a la hora de ponerle trabas a los piratas.
Lo interesante es que tenemos bastantes registros gráficos de todos estos sucesos, Gold Rush incluido. Por ejemplo, es relativamente fácil encontrar vídeos en los que vemos como nuestro personaje camina hacia la horca en un final completamente inesperado. Lo curioso es que estas muertes ese basaban en un sistema relativamente simple. Al llegar a cierto momento, el juego te planteaba una pregunta y la única manera de responderla era usando el manual del juego.
Como en aquellos tiempos no existía Internet tal y como hoy día lo conocemos, era realmente complicado encontrar la respuesta. Así pues, si te descargabas el juego y fallabas al responder, automáticamente saltaba una cinemática de vídeo en la que te conducían directamente a la muerte. No había manera de evitarlo, menos en aquellos tiempos, por lo que era un callejón sin salida. Personalmente, pienso que es una solución muy original.
Por supuesto, en la actualidad esto no habría servido de nada, puesto que la proliferación de las redes sociales y las páginas webs han provocado que este tipo de sistemas carezcan de sentido. Con que una sola persona decida compartir ese fragmento del manual, se acaba el sistema, y ya no tiene utilidad. Pese a ello, en aquel momento fue muy curioso y, aunque no impedía que un amigo le diese la respuesta a otro, seguramente frenó a más de uno y más de dos. Curiosamente, y gracias a esto, ahora forma parte de la historia, puesto que de otra forma es posible que muchos más se hubiesen olvidado de él.
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