Imagina ser un espíritu, pero con la capacidad de hacer frente a tus enemigos, convirtiéndote en ellos y usando todas sus habilidades en el campo de batalla. Puede parecer extraño, pero esta es la mecánica principal de Rogue Spirit, un nuevo roguelike que viene a sorprender con su mundo, además de ofrecer diferentes formas de enfrentarte a su historia. Está claro que actualmente no hay escasez de juegos roguelike de acción, de hecho, me arriesgaría a decir que está siendo su auge, solo hay que ver el gran éxito de Hades o Dead Cells. No obstante, esto no es para nada malo, ya que eso significa que hay mucha competencia y llegarán a desarrollarse otro tipo de roguelike que tengan mecánicas más originales.
Cuando vi por primera vez Rogue Spirit me atrajo mucho visualmente, pero no conocía su verdadera mecánica hasta que he tenido la oportunidad de probar su actual acceso anticipado en Steam. Desarrollado por Kids With Sticks y editado por 505 Games, este roguelike de acción presenta una premisa con potencial, pero con mucha dificultad y con algunos elementos que necesita pulir. No obstante, el juego te permite enfocar su jugabilidad de dos maneras: explorar con tu forma espiritual debilitada y concentrarte en el sigilo o explorar en forma física y combatir sin parar.
Para ponerte en contexto, Rogue Spirit mayormente trata de un juego de acción, aunque el elemento de sigilo es claramente también una parte importante. Cada mapa tiene diferentes niveles y tienes que avanzar hasta llegar al siguiente nivel. Cada uno de ellos se general de manera aleatoria en 5 biomas diferentes, aunque su variedad a veces me dejó en duda, ya que en varias ocasiones entraba en un nivel que era igual que el anterior. Dentro de estos tienes que enfrentarte a decenas de enemigos que se cruzan en tu camino, con lo que gran parte del juego gira en torno al combate y en prestar especial atención a tus ataques y técnicas de defensa.
El Reino de Midra está en peligro
La historia se centra en el Reino de Midra, un lugar que ha sido pacífico durante miles y miles de años. Sin embargo, el Rey Demonio se ha escapado de la prisión en la que estuvo atrapado y se ha apoderado del reino, matando y absorbiendo la mente de todos los que se interponen en su camino. Con el reino ahora confuso, los monjes atraen al expríncipe de Midra, que fue el responsable de encerrar al Rey Demonio en el pasado, y ahora vuelve en una forma espiritual.
La historia no tiene mucho más ni tampoco está acabada, ya que es un acceso anticipado y falta contenido, aunque no me parece un mal contexto en el que te sitúa. No obstante, me hubiese gustado ver alguna cinemática o algo por el estilo, ya que el juego comienza nada más iniciar la partida y no te enteras de mucho al principio.
Una forma espiritual para pasar desapercibido
Como bien explicaba más arriba, actualmente hay una gran cantidad de roguelike en el mercado, los cuales se distinguen de otros roguelikes con su mecánica principal. En el caso de Rogue Spirit, puedes poseer a tus enemigos derrotados y usar sus habilidades y atributos aleatorios. Pero claro, en realidad eres un ente espiritual y siempre estarás dentro de un enemigo incluso si no has eliminado a nadie en tu partida, ya que al regresar a la base te habilitan a un enemigo aleatorio para que lo que posees.
Tu forma incorpórea no te permite interactuar físicamente con nada ni enfrentarte a los enemigos, pero sí puedes encontrarte a otros compañeros espíritus y algunos cofres del tesoro que están repartidos por los niveles. Por cierto, cada nivel tiene su correspondiente mapa que me ha parecido esencial como guía para averiguar qué camino elegir y hacia dónde están ciertos elementos importantes, aunque se ha echado en falta un minimapa o un mapa acoplado.
A su vez, mientras estás en tu forma espiritual, el juego te da la posibilidad de moverte más rápido y los enemigos no pueden detectarte, pero cuidado, estos tienen un cono de visión que, si permaneces dentro de él durante un tiempo, comienza a llenarse y te saca de esta forma para convertirte en tu forma física y enfrentarte a ellos. No obstante, ser un espíritu no solo está ligado al sigilo, sino también a la exploración. Gracias a tu invisibilidad, puedes pasar completamente desapercibido, avanzar más rápido e incluso llegar a la salida del nivel.
Hay bastantes situaciones en las que el sigilo es una buena opción, sobre todo para reducir la cantidad de enemigos con los que tienes que luchar. Asimismo, es una mecánica a la que le falta aportar más a la jugabilidad, como añadir alguna manera que permita volver a la forma invisible una vez que eres detectado: ya sea escondiéndote entre arbustos o distanciándote mucho del lugar de los enemigos.
Absorbe a los enemigos y utiliza sus habilidades
Dejando el sigilo a un lado, aparece otra parte importante del juego, el combate. Es básico y rápido, donde tienes que detener y esquivar todos los ataques de los enemigos lo más rápido que puedas. Sumado a que, regularmente te superan en número, por lo que es casi imposible evadir absolutamente todos los ataques. Asimismo, la esquiva es limitada, basándose en una barra de resistencia, los ataques cuerpo a cuerpo son lentos y los ataques a distancia son bastante torpes, de hecho, a veces parece que no te van a golpear y sí lo hacen. No logré salir satisfactoria de ningún combate, de hecho, creo que lo máximo que pude eliminar fueron seis enemigos a lo sumo, la dificultad me sorprendió bastante y, aunque los combates son divertidos y fáciles de aprender, son difíciles de dominar.
Además, al estar el juego en acceso anticipado, está incompleto y los 20 tipos de enemigos que prometen para controlar, se resumen en literalmente cuatro: un monje con bastón, otro con cuchillas, una geisha que lanza kunai y un enemigo bruto con garras, lo que luchar continuamente contra el mismo grupo de enemigos se convierte en una aventura un poco tediosa. De hecho, en la propia base hay una zona de entrenamiento que usé en varias ocasiones para conocer los ataques de mis enemigos, pero nada, necesité ser aún más rápida. Desde mi experiencia, el diseño de niveles y la implementación de esta mecánica, hace que Rogue Spirit se sienta único, pero no crea combates frenéticos, sino una IA que te persigue sin parar y no te da ninguna opción de retroceso.
Una progresión lenta, pero presente
Dentro de Rogue Spirit puedes progresar tanto dentro del nivel como fuera de este. Me explico. A lo largo de cada recorrido, descubrirás piedras de esencia que están repartidas por todo Midra y otorgan habilidades que te ayudan en tu viaje: más daño elemental o más posibilidad de crítico, entre otras. Este sistema de progresión es único, lo que podría haber girado en torno a un tipo de enemigo en concreto y obtener unas habilidades más específicas. Sin embargo, estas mejoras se pierden una vez que eres eliminado y vuelves a la base. Dentro de la base también tienes la posibilidad de progresar gracias a unos fragmentos verdes que consigues al eliminar a los enemigos y que puedes usar para comprar mejoras permanentes, lo que te ayudan en ejecuciones futuras, pero tampoco te emociones demasiado porque el progreso es muy lento.
La esencia del roguelike es repetir una y otra vez cada nivel para lograr puntos o monedas que te otorguen mejoras y hacer que cada vez seas más inalcanzable, pero en este juego es un poco difícil conseguir suficientes recursos en un nivel como para comprar una mejora, teniendo en cuenta que necesitas usar todos los recursos antes de tu próxima partida o los perderás. En resumen, me ha resultado muy difícil progresar, ya que todo se ha convertido en un círculo vicioso de conseguir fichas para mejorar, acabar muerta rápidamente, no poder canjear nada y volver a repetir todo una y otra vez. Lo que hacía una especie de adicción, en el que iba a jugar un nivel y, por supuesto, se convertía en dos y luego diez más.
Una estética atractiva
En cuanto a la atmósfera general del juego, su inspiración en diseños tradicionales asiáticos llama mucho la atención, de hecho, no hay muchos roguelikes en 3D que destaquen como este. Visualmente es bastante atractivo, con un estilo artístico sólido y con una paleta de colores vivos que atrae desde el primer momento, además de poner un especial cuidado en cada detalle. Sumado a la variedad de animaciones con los diferentes combates, aunque tanto los NPC, como el protagonista y los enemigos no presentan mucha personalidad. En el rendimiento, el juego funciona bien a 4K 60fps, con una buena optimización que permite aprovechar mucho más aun su apartado visual.
Consigue diferenciarse, pero de momento necesita mejorar
Rogue Spirit está en acceso anticipado, así que definitivamente introducirá más contenido de cara a su lanzamiento final. Actualmente no es un juego que me anime a seguir jugando, ya que sus combates son torpes y bastante frustrantes, sumado a que su jugabilidad termina siendo algo repetitiva.
No obstante, tiene suficiente creatividad como para conseguir diferenciarse de otros roguelikes, gracias a su forma de sigilo y a la mecánica de absorber a los enemigos para adquirir sus habilidades. Además, es un juego que muestra mucho potencial y su idea es realmente interesante para este tipo de roguelikes de acción.