A la hora de crear obras de terror, hay muchos caminos posibles que puedan llevar a asustar a los jugadores. Lo atmosférico, el gore, el miedo a lo que no se puede ver y lo psicológico son algunas de las corrientes que se suelen ver en el videojuego, un medio ideal para las obras de miedo por la cualidad privilegiada de sumergir a quien lo está experimentando hasta lo más profundo de la acción.
Juegos como Dead Space, Project Zero, Alien: Isolation o Silent Hill nos han demostrado que hay muchas maneras distintas de crear el miedo en ambientes digitales, y, pese a que el género esté muy, muy explorado a estas alturas, pues diría que es de los más populares del ambiente de gaming, siempre hay maneras de innovar y crear algo que se desmarque del resto.
Martha is Dead es prueba de que la imaginación es el límite a la hora de contar una historia de miedo, y que el medio tiene todavía mucho que ofrecer a la hora de crear narrativas potentes que evoquen una variedad de sentimientos. Eso sí, espero que estés preparado para un título que desafía al jugador de muchas maneras, y no me refiero solo a lo mecánico.
La premisa gira en torno a la prematura y misteriosa muerte de Martha, una chica sordomuda que es encontrada por su hermana gemela, durante los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial. Esto ya de por sí puede ser un buen comienzo para un thriller, pero las cosas se enredan más cuando la propia Giulia, hermana de Martha, decide usurpar la identidad con su gemela. A partir de aquí, comienza una historia de intriga, desconfianza, trauma, arrepentimiento y autoaborrecimiento.
Sin saber mucho del título, me esperaba un juego de terror pasillero, muy parecido a Layers of Fear o Amnesia, pero esto no podía estar más lejos de la realidad. Sí, es en primera persona y de miedo, pero ahí acaban las similitudes. La fachada de obra convencional del género tiene tras de sí una apuesta sorprendente llena de elementos inesperados.
No voy a mentir, al principio estaba un poco confuso. Un mapa semiabierto, misiones principales y opcionales, mecánicas de fotografiado y revelado de instantáneas... esperándome una de las variantes más restrictivas del género de terror, Martha is Dead me demostró con bastante rapidez que venía aquí a hacer cosas especiales y únicas.
Es un título muy amplio, con una gran variedad de elementos que al principio puede parecer que están ahí "porque sí", pero que tienen funciones muy concretas y una razón de ser potente. Tratando con mucho mimo sus entornos y mecánicas (¡incluso llegando a dar una pequeña lección de historia de cómo funcionaban las cámaras de la época, por ejemplo!), hay una cosa que permea todo el contenido de Martha: el gusto (casi obsesivo) por crear una experiencia minuciosa y detallada, a la vez que macabra y misteriosa.
Martha is Dead busca meterse bajo tu piel, hacerte sentir mal, incómodo y preocupado, y créeme que lo consigue.
Esta pasión por ser diferente y tener más que dar de lo que pueda parecer no solo se traduce a lo jugable, sino también a la presentación de su historia. Estando acostumbrado a títulos con una corta introducción tranquila seguida sustos y cacerías en las que sentirme como un ratón amenazado por un gato, me sorprendió gratamente lo pausado y comedido de la experiencia. Martha is Dead no busca pegarte sustos, sino algo mucho más complicado: meterse bajo tu piel, hacerte sentir mal, incómodo y preocupado, y créeme que lo consigue. El dilema moral de Giulia, combinado con la manera en la que se atormenta a sí misma, está ahí para hundirte lentamente, haciendo que la sensación de opresión y tensión te espere en cada esquina del título, algo que considero mucho más efectivo que un susto puntual en un pasillo.
Eso sí, que sea de ritmo más lento no significa que no tenga puntos chocantes, todo lo contrario. Las visiones de Giulia están plagadas de momentos viscerales e incómodos. Mezclando una imaginería de lo más macabra y gore con un apartado sonoro tan tétrico como efectivo, la obra del estudio italiano LKA sabe perfectamente lo que está haciendo y golpea fuerte en los momentos donde decide mostrar todas sus cartas. El misterio, la tensión y la angustia se mezclan con alguna de la imaginería más bruta que he visto en un videojuego de terror desde, probablemente, Silent Hill 1, o al menos esa es la sensación que me ha dado tras sentirlo tan chocante.
A todo esto, también hay que sumarle lo incómodo de su contexto histórico. Ambientado en la Italia de 1944 y habitando el núcleo de una familia militar afiliada con el ejército alemán, hay mucho en la periferia de la historia que ayuda a potenciar aún más esos sentimientos de malestar. No solo se trata de algo argumental, sino que hay documentos, programas de radio e imaginería rodeándote durante toda la aventura, como si el propio mundo del juego quisiera decirte "Hey, no te olvides de las atrocidades que están sucediendo mientras juegas. No te olvides que hay otro tipo de terror rodeando todas tus acciones".
En definitiva, tal y como pasa en su propia historia, Martha is Dead es un videojuego que engaña. Tras la fachada de ser uno más de una corriente algo trillada del género, se encuentra una obra personal, opresora, transgresora y visceral. A través de los ojos de una chica que se ve forzada a enfrentarse a grandes traumas y misterios en un mundo mucho más roto de lo que puede entender, la obra italiana consigue mezclar lo tabú con lo emocional y crear una experiencia atrapante, tensa, misteriosa y con mucha, muchísima personalidad. Como fan del género de terror desde hace décadas, no puedo esperar al mes que viene para poder desentrañar todos los misterios de este atrayente pero turbio juego.