El teclado que uso para jugar (y que muchos consideran el mejor) acaba de hacer un cambio revolucionario. Así es el Razer Huntsman V3 Pro

Debido a mi trabajo, en casa tengo varios teclados distintos. Pero de todos ellos, el que uso habitualmente para jugar es el Razer Huntsman V2 TKL. No es el más nuevo, ni tampoco el más caro; pero es el que mejor se siente para mí: es compacto, tiene una respuesta suave y rápida, y está acolchado para amortiguar el sonido al teclear. Es una combinación de factores que, en mi opinión, hacen los deberes. Pues bien, los de verde tienen una versión más moderna de ese mismo periférico y he tenido ocasión de probarla durante unas semanas. Se trata del  Huntsman V3 Pro.

Para entender cómo se sitúa el Huntsman V3 Pro en el mercado, primero tenemos que hacer un poco de contexto: esta línea es fácilmente la más enfocada al gaming de todo el catálogo de Razer, y desde hace unos años, es también su estandarte en el terreno de los teclados analógicos. En concreto, esta versión llega para destronar a un Wooting que llevaba tiempo gobernando cómodamente ese campo. ¿Lo ha logrado? Bueno, diría que es un teclado fantástico tanto para escribir como (lo más importante en este caso) para jugar, pero también veo lo que todos esperábamos: tienes que saber en qué te estás gastando el dinero con exactitud.

Especificaciones técnicas y modelos

• Chasis: cubierta de aluminio y base de plástico
• Switches: analógicos ópticos de Razer de 2ª generación
• Teclas: PBT de doble inyección texturizadas
• Polling rate: 1000 Hz
• Conectividad: cable trenzado, desacoplable, USB-C a USB-A (1,8 m)
• Extras: reposamuñecas magnético incluido
• Iluminación: Razer Chroma RGB
• Modelos: completo (289,99 euros) | TKL (249,99 euros) | Mini 60% (209,99 euros)

Opiniones y análisis

Como ocurre con todos los teclados modernos de Razer, el Huntsman V3 Pro es elegante, limpio y robusto. El modelo completo, que es el que me han mandado a mí, tiene un hermoso chasis de aluminio con retroiluminación para las teclas, botones y rueda multimedia; aunque estos últimos no están presentes en la versión Mini (con factor de forma 60%) para ahorrar espacio.

Al igual que ocurre con su predecesor, el puerto USB-C va situado en la esquina superior izquierda, de modo que lo tienes fácil para cambiarle el cable trenzado que viene en la caja por uno de piloto, si es lo tuyo. También trae consigo un reposamuñecas magnético que se ha convertido fácilmente en mi favorito de todos los tiempos: es rígido y difícil de desgastar, pero tiene una lámina de cuero muy agradable.

Pero aquí el protagonismo lo tienen los switches. Como iba diciendo más arriba, no usan contacto para actuar; en lugar de eso, tienen sensores que miden con precisión a qué distancia está siendo presionada cada tecla. Eso no es nada nuevo en el mundo de los teclados, pero creo que es el que mejor ha sabido resolverlo porque te permite configurar un atajo para cambiar el punto de actuación directamente en la rueda multimedia.

Gracias a eso, puedes usar un punto de actuación bajo para escribir, y luego subirlo sin pasar por Synapse cuando vayas a jugar para tener la respuesta más rápida posible. Apostar por el sensor tiene otra ventaja, y es que al no haber casi fricción, la pulsación de las teclas es increíblemente suave. Probablemente, de hecho, este teclado sea el más satisfactorio que he usado para jugar: la pulsación es rapidísima y se registra tan pronto como empiezas a pulsar, si lo tienes configurado de esa manera.

Puedes definir el rango de actuación desde 0,1 mm a 4,0 mm y personalmente te recomiendo que si decides hacerte con un Hunstman V3 Pro, experimentes hasta encontrar tu balance ideal y no asumas que la sensibilidad máxima es mejor. El motivo por el que digo esto es que si no lo haces bien, el simple hecho de reposar el dedo sobre una tecla puede accionarla por error (mirando a WASD). Para que te hagas una idea, la actuación por defecto está en 0,8 mm y ya se siente muy ágil.

Una ventaja adicional que tienen sus switches es Rapid Trigger, o lo que es lo mismo, configurar la distancia a la que puedes volver a actuar una tecla después de soltarla. Sobre el papel, es interesante porque te permite reaccionar increíblemente rápido a situaciones tensas en un juego de acción, pero sospecho que a menos que lo tuyo sea Valorant o CS2, le vas a dar el uso justo.

Este sistema analógico también te permite mapear funciones que normalmente solo encuentras en un mando a las teclas desde Synapse, y hacer así que WASD emulen el comportamiento de una palanca izquierda o que QE funcionen como LT/RT. ¿Es recomendable hacer esto? En mi humilde opinión, la mayor parte de las veces la respuesta es un no rotundo.

Salvando algunos casos como Elden Ring, en los que tú eliges qué tipos de grafía se muestran en la interfaz, ver el juego saltar entre iconos de distintas plataformas se siente raro. Además, no puedes personalizar las distancias de actuación cuando los controles analógicos están activados y haciendo pruebas en Monster Hunter: World, el control se me antoja muy extraño. Es un problema asociado a todos los teclados de este tipo, todo sea dicho, no es un problema exclusivo de Razer.

Entiendo que existe un nicho de juegos en los que estos controles pueden ser beneficiosos, pero es demasiado reducido como para recomendarte un desembolso de entre 200 y 300 euros solo para sacarle partido: creo que el Hunstman V3 Pro es maravilloso, pero también con la misma sinceridad te diré que sus virtudes están en la experiencia de tecleo, en la respuesta y en la constitución del periférico. Los controles analógicos son un buen punto para el equipo de marketing, pero ya.

Y ahora, la pregunta del millón: ¿vale la pena el Razer Hunstman V3 Pro? La respuesta es difícil. Indudablemente, este periférico ha vapuleado todas mis expectativas, es un teclado fantástico lo mires como lo mires. La respuesta de las pulsaciones es tan rápida como quieras, satisfactorio tanto a la hora de escribir como (sobre todo) de jugar y las tres opciones que tienes en tiendas son muy atractivas. Tan solo hubiera deseado tener algún tipo de acolchamiento para el ruido como sí tuvo su predecesor. Pero también te diré que es un precio muy alto, y que algunas de sus características son solo para escenarios poco realistas. Está bien que estén ahí, pero en última instancia, la pregunta real es si quieres gastar este dinero en un teclado que es, ante todo, sensible.

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