El paso de Intel por el mundo de las tarjetas gráficas nos ha dejado situaciones curiosas. Si bien los procesadores de la firma ya ofrecen GPUs integradas, el mundo de las gráficas de escritorio les era inexplorado y, seguramente, temido. Con Intel ARC, la compañía busca que cada megabyte compita en una muy complicada balanza de valor-rendimiento con NVIDIA y AMD, y ahora añade una capa más de fiabilidad siendo completamente compatibles con DirectX9.
Hasta ahora, si tenías una tarjeta gráfica Intel ARC y querías ejecutar, por ejemplo, juegos de la primera década de los 2000 que no han sido actualizados, como mínimo, a DirectX10, iba a ser poco más que una tortura. El equipo de Intel consiguió trasladar esos juegos a DirectX12 mediante un proceso costoso para el hardware que, inevitablemente, reducía la tasa de FPS.
Ahora, las Intel ARC aumentarían hasta un 80% el rendimiento en esos mismos juegos al conseguir ejecutar de forma nativa DX9 sin tener que depender de pasos adicionales. Esto se añadirá como parte de los últimos controladores disponibles para las GPU del equipo azul, lo que sin duda dará una nueva vida a juegos como CS:GO.
Eso sí, no es oro todo lo que reluce, y es que no todos los juegos que se quedaron estancados en DirectX9 recibirán soporte. Intel no ha compartido un total de juegos disponibles que se beneficiarán de la actualización, pero sí sabemos gracias a PCGamer que aquellos que no pasen el corte, funcionarán bajo una conversión híbrida. Esto se traduce en que la tarjeta gráfica volverá a usar procesos secundarios para emular DirectX9 bajo DX12, aunque el rendimiento no se verá tan recortado.
Sí, todo esto suena a algo del pasado y es que la API DirectX9 comenzó sus andaduras en 1995 con una primerísima versión que duró que fue mejorándose hasta que en 2018 se le dio sepultura. Aunque juegos lanzados en 2021 lo han hecho con soporte para esta API, ha quedado en desuso, pero sin duda esos títulos se resistían al paso del tiempo como StarCraft 2, se verán beneficiados.