Si te gusta Stardew Valley, pero quieres cambiar la granja por un laboratorio de alquimia, este es tu juego

Potion Permit es uno de los juegos más bonitos y curiosos que he visto en mucho tiempo. Cuando lo probé, y de eso ha pasado casi un año, me desencantó un poco que tuviese tantos errores, pero ha sido capaz de recuperarse poco a poco hasta solucionar casi todos ellos. Hoy día, esta particular experiencia alquimista que tanto me recuerda a Stardew Valley por su estética relajada, es un gran juego.

Buena prueba de ello es que, si miramos sus reseñas generales en Steam, “solo” tiene un 79% de críticas positivas. No obstante, en las más recientes, es decir, las de los últimos 30 días, sube, y mucho, pues alcanza el 88%. Sin duda, una muy buena cifra que viene con otra gran noticia: no hace falta comprarlo para probarlo, pues tiene una demo gratis.

Potion Permit es más que, simplemente, el Stardew Valley de los alquimistas

De esta manera, y esto es algo que siempre valoro para bien, podemos descubrir si este juego está hecho para nosotros o no antes de pasar por caja. Y si bien es cierto que podemos usar el sistema de reembolso de Steam cuando algo no nos agrada, es más fácil y más cómodo evitar ese tipo de situaciones mediante, en efecto, una demo.

Si le dais una oportunidad a esta o al juego como tal, descubriréis que las similitudes con Stardew Valley son poco más que la estética o el ambiente cozzy. De hecho, siendo fieles a la realidad, estas cualidades no son inherentes —en exclusiva— al simulador de granja, mas no deja de ser cierto que nos ayudan a hacernos una idea general de qué podemos esperar.

En ese sentido, Potion Permit sabe tener personalidad propia, ya que aunque se basa en la estética pixel art como otros muchos juegos indie para llamar la atención, sabe innovar. Al menos hasta cierto punto, puesto que ya hemos conocido otros juegos en los que la mecánica principal es mezclar ingredientes para obtener un remedio concreto.

Una historia en la que no empezamos demasiado bien

Lo interesante de Potion Permit es que, en realidad, seremos algo así como un doctor recién llegado al pueblo. Como tal, heredamos la antigua clínica y hogar del último que estuvo antes de nosotros, pero con una salvedad: casi todo el mundo nos odia debido a los malos recuerdos que este dejó entre sus convecinos. Así pues, además de iniciar nuestra andadura como médicos, tendremos que ganarnos la confianza de nuestros allegados.

Por supuesto, en el proceso podremos conocer a nuestra media naranja mediante un clásico sistema de romance, obtener nuevos ingredientes mientras exploramos el mundo, etc. Lo curioso es que tendrá su propio sistema de combate, simple pero divertido, y una serie de minijuegos estrechamente relacionados con la obtención de nuevas recetas y la elaboración de pociones.

Siempre acompañados de nuestra fiel mascota, podremos ir de aquí para allá mientras descubrimos qué ocurrió con nuestro antecesor. Y aunque es cierto que muchas de estas ideas ya las hemos visto con anterioridad, el trabajo de MassHive Media logra destacar gracias a una premisa muy concreta: es divertido. Bueno, divertido y bonito. Son dos, pero ya me entendéis.

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