Existe un antiguo proverbio chino que dice así: "no te compres sillas gaming, José Luis; las de oficina son mejores y más baratas". Durante generaciones, los peceros hemos seguido de manera dogmática esta perla de sabiduría ancestral, confiando ciegamente en que los fabricantes permanecerían para siempre atrapadas en el despilfarre propio de la estética RGB y de los eSports. Pero ¿y si te digo que Razer tiene entre manos un producto capaz de poner fin a esta guerra? Tras varias semanas reposando mi trasero en una Fujin Pro, te cuento qué tal está.
Las sillas Fujin (MSRP 699,99 euros) y Fujin Pro (MSRP 1199,99 euros) fueron dos de los artículos estrella de la RazerCon 2023: la idea era dejar atrás el cuero y la espuma de alta densidad que estamos acostumbrados a ver en el mercado por una malla transpirable que poco a poco se ha convertido en el nuevo estándar. Así a priori no dice mucho —no es difícil encontrar alternativas de ese estilo en mercados locales, ¿verdad?— pero me agrada que el sector gaming finalmente de el salto a algo que debería estar más estandarizado en este público, y que además sea compitiendo sin miramientos con la legendaria Aeron de Herman Miller.
Fujin plantea dos novedades clave en su competición abierta contra Aeron: una es el soporte lumbar ajustable, y la otra es un reposacabezas que solo se suministra con el modelo Pro, pero que también se puede adquirir por separado en caso de que desees subir de nivel la silla estándar. Más allá de esto, por sí misma es una silla bastante elegante y fabricada en materiales resistentes (coincidiendo con el resto del catálogo de la marca en los últimos años) así como cargada de posibilidades de personalización para el asiento, los reposabrazos y el respaldo.
Especificaciones y análisis de Razer Fujin
|
Fujin (699,99 euros) |
Fujin Pro (1199,99 euros) |
---|---|---|
(tu) Peso y altura |
< 136 kg, 170 - 200 cm |
< 136 kg, 170 - 200 cm |
Tapizado |
Malla transpirable (asiento y respaldo) |
Malla transpirable (asiento y respaldo) |
Acolchamiento |
N/A |
N/A |
Base |
Metal |
Metal |
Estructura |
Nailon |
Aluminio |
Reposabrazos |
3D |
4D |
Reposacabezas |
Por separado |
Incluido |
Suspensión |
Clase 4 |
Clase 4 |
Respaldo |
130º |
136º |
Si eres un veterano de las sillas de Razer, encontrarás que el empaquetado de Fujin es bastante similar tanto en volumen como en peso al de las más veteranas Iskur y Enki; de modo que tal vez te venga bien tener un par de manos extra durante el montaje y (sobre todo) algo de espacio para apartar todo el cartón, el plástico y la espuma sobrante. Realmente, solo necesitas dar con los las piezas principales y una cajita pequeña que contiene una llave más tornillos de repuesto. Permíteme hacer hincapié en la coletilla "de repuesto" porque los que necesitas de verdad ya están preinstalados en su sitio, así que es cuestión de desatornillarlos, acoplar las piezas y volver a atornillar.
Poca broma con eso: si tienes todo localizado, el montaje no dura más de 20 minutos; que no es nada revolucionario pero sí bastante conveniente. Sea como fuere, el resultado final es lo que nos importa de verdad y en ese sentido también hay motivos para estar contentos, como decía más arriba. Creo que Fujin y Fujin Pro encajan igual de bien en una oficina —lleva el logo estilizado de la marca, nada cantoso— y en un auténtico santuario de los videojuegos como los que algunos de nosotros tenemos en casa. Eso nos lleva a hablar de las horas que uno pasa sentado ahí.
Aquí va un comentario importante para los recién llegados al fantástico mundo de las sillas de malla: estas no tienen la amortiguación propia de los asientos de espuma, y tener el trasero en suspensión puede ser un poco raro de primeras para algunos. Pero una vez te acostumbras a su naturaleza alienígena, este material te deja claro que tiene toda la firmeza que necesita (soporta hasta 136 kg) y se siente igual de cómodo durante el horario laboral y en una noche salvaje de tirar por tierra todo tu Elo de Counter-Strike 2. Ese es el gran punto a favor que, en mi humilde opinión, separa el tejido entramado de su contraparte acolchada; pues mantener tu cuerpo fresquito y ventilado es un puntazo que no tienen esos forros de cuero sintético que te deshacen los veranos.
Y Razer no ha bautizado su silla con el nombre del dios japonés del viento en vano: tiene la ligereza y transpirabilidad que esperas, pero también su resistencia. No te sorprenderá saber que el armazón de Fujin Pro es de poderoso aluminio, porque eso es algo que tienen muchas sillas y si no fuera el caso en una de unos mil euros, pues apaga y vámonos; pero sí tiene un minipunto a favor algo menos convencional, que es que al contrario de lo que ocurría con sus predecesores, esta no se tambalea. El eje central de las sillas de esta firma solía tener un defecto que no sabría atribuir al diseño o a la fabricación, pero (en mi experiencia, al menos) no hay ni rastro de él en este producto.
Por otro lado, tenemos el asunto del precio: ¿tienes que gastarte 700/1200 euros en una silla de malla para jugar con elegancia y comodidad en 2023? La respuesta corta es un rotundo no, porque en estos momentos tienes alternativas para parar un tren y no necesitas acudir a una marca alemana exclusiva para encontrar algo más que decente que a grandes rasgos haga lo mismo. Aquí, el presupuesto se dispara a medida que sumamos elementos configurables, y de eso tenemos mucho: si te gusta la idea de tener una silla 100% amoldable a ti, entonces esta puede ser la que buscas.
Personalmente, diría que la mejor y más interesante función de Fujin Pro es su soporte lumbar, porque es importante para la salud pero también porque está bastante conseguido: puedes subir o bajar el soporte, y apretarlo con una rueda simple y fácil de alcanzar. El resto de opciones son bienvenidas (p. ej. extraer el asiento me ha venido de perlas) aunque un pelín menos trascendentales: no creo que los reposabrazos 4D, por muy golosos que suenen, te vayan a cambiar la vida.
¿Decepciones? No hay mucho de eso, por suerte; aunque con la misma sinceridad te diré que el accesorio para la cabeza no me ha convencido ni por su forma, ni por su firmeza. Se mueve y desajusta por mucho que lo aprietes, y no se me hace cómodo corregirlo mientras estoy sentado. No es una hecatombe, pero podría estar mejor. Haciendo un balance de lo bueno y lo menos bueno, diría que Razer Fujin es una opción más que recomendable para cualquiera que tenga un presupuesto holgado.
El análisis se ha hecho a partir de la versión Fujin Pro.
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