Hoy en día es fácil pasar por alto a Bioware como uno de los grandes estudios que potenció el género de los RPG occidentales. Sí, últimamente las noticias o juegos que vienen con su sello no están siendo los más populares entre la audiencia, pero insisto en que si no fuera por ella no habríamos tenido clásicos dentro del género como Mass Effect o Dragon Age; IPs originales y que se han asentado como favoritas de todo aficionado a sus ambientaciones para un juego de rol. Pero si no fuera por otro juego de una franquicia ya olvidada, estos dos titanes no existirían. Os estoy hablando de Jade Empire.
Concebido tras el rotundo e indiscutible éxito de Star Wars: Knights of the Old Republic, fue la primera iniciativa del estudio canadiense de crear una IP completamente nueva con la que podrían gozar de la libertad creativa a la que tuvieron que renunciar al desarrollar juegos basados en universos creados por otras compañías (D&D para Baldur's Gate o Neverwinter Nights, Star Wars para Lucasfilm etc.). Jade Empire quería poner al jugador en un mundo ficticio inspirado por el folklore y la mitología china en una aventura que sentó muchas de las bases de sus futuros éxitos.
Un RPG que parece más hack 'n slash o un souls
Encarnamos a un aprendiz de artes místicas y marciales de una pequeña aldea del Imperio de Jade, y podemos escoger el género y el trasfondo de este -o esta- aprendiz y que determinará parte de nuestro estilo de juego. Pero un grupo de siniestras figuras está dando caza a todos los aprendices de las artes que estudiamos con nuestro maestro en nuestra aldea para asegurarse de que no tendrán oposición a la hora de conquistar el imperio.

Nuestro viaje nos llevará a recorrer las tierras que lo conforman en busca del perdido mentor, y seremos testigos de traiciones, complots y descubrimientos que trastocarán buena parte de lo que creíamos. Sin entrar en más detalles argumentales -los cuales es mejor conocerlos sin influencias previas de nadie, de ahí que no os los vaya a destripar aquí- lo que llama la atención de Jade Empire es que es un juego en el que Bioware quiso experimentar y supo dar con las teclas apropiadas para hacerlo apetecible a quienes no tenían los RPG como su género predilecto.
¿La clave? Su jugabilidad. Aparte de tener una trama como las que sólo ellos saben narrar, el estilo de juego de este RPG está más cercano a los hack 'n slash o incluso los juegos de tipo 'souls' actuales. Para empezar, el combate es en tiempo real y no por turnos o turnos activos como hasta ahora había planteado la desarrolladora el núcleo duro de su juego. Pero esto no lo hace simplón o más directo.

Seguimos teniendo que gestionar estadísticas de nuestro personaje y equipo que mejorar (como nuestro anillo, que nos permite ejecutar hechizos a lo The Last Airbender), pero todo de una forma más directa. Sólo tenemos que preocuparnos de tres estadísticas: fuerza (que representa nuestra vida), chi (el mana) y concentración (resistencia para ejecutar golpes). Os suena ¿no?, los mismos recursos que en un Dark Souls. Y es que su combate, directo y en tiempo real con multitud de fintas, golpes y hechizos que podemos lanzar, y que quiere emular esas escenas de lucha de artes marciales exquisitamente coreografiadas que pudimos ver en films de la época en la que planteó y lanzó este juego como Tigre y Dragón, Hero, o La casa de las dagas voladoras.

También reforzó el sistema de moralidad ''marca de la casa'' de Bioware, e incluso introdujo los ''tonos grises'', respuestas que no están tan claras en qué dirección irá le desarrollo interior de nuestro personaje. A esto hay que añadirle un elenco de aliados con los que era posible tener romances, la posibilidad de usar un vehículo volador (la Libélula) con el que pelear contra nuestro enemigos en algunos niveles, y por supuesto las múltiples misiones secundarias o tareas de exploración paralelas de este mundo original, y si nos mantendremos puros o nos tornaremos malvados -con el consabido desbloqueo de habilidades exclusivas para cada camino y que invitan a la rejugabilidad. Y muchas cosas más que hacen de esta joya oculta un ''must'' para los aficionados a los RPG y a los que no les traiga tanto por lo directo de su gameplay y hermosura de ambientación.
¿Por qué cayó Jade Empire en el olvido?
Con unas credenciales así, resulta algo desconcertante que, mientras posteriores IP de Bioware hayan perdurado en le tiempo y en generaciones posteriores de videojuegos, esta sólo tenga un título en su haber. Y la explicación, como suele ocurrir en otros casos, es de trasfondo comercial combinado con mala previsión por parte de los directivos de compañías implicadas en su desarrollo y publicación.

Jade Empire se planteó como un exclusivo para consolas de Microsoft, y en principio no debería haber sido un freno tan importante, pero se dio la circunstancia de que Bioware esperaba sacar su título como parte del catálogo inicial de la Xbox 360. Desde la compañía de Bill Gates se tomó la decisión lanzar Jade Empire para la Xbox original, una plataforma que ya estaba en los estertores de su ciclo vital. Los veteranos y expertos desarrolladores principales del estudio - el Dr. Greg Zeschuk y Ray Muzyka- calificaron este movimiento como algo ''estúpido''; Alberto Lloria explica los detalles mucho mejor en esta pieza.
El caso es que esta decisión cortó las alas al poco de despegar de una IP que es de las mejores aunque también más desconocidas -por este motivo- de Bioware. Por fortuna, si sois suscriptores del Game Pass, podéis probarlo completamente gratis, aunque requerirá de la app EA. Y lo mejor de todo es que es un juego relativamente corto en comparación con otros, pero no por ello menos rico en detalles o que nos sepa a poco tras completarlo.
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