No muchos saben que Baldur's Gate, en realidad, se remonta a uno de los estudios con más trayectoria en la industria. Al menos cuando nos remitimos a los últimos años. Su nombre es BioWare y, durante mucho tiempo, ha sido la responsable de varios de los mejores juegos de rol de todos los tiempos. A su nombre adscribimos grandes franquicias, tales como Mass Effect o Dragon Age, aunque también algunos títulos menos queridos, como Anthem.
En ese sentido, también podemos sumar las dos primeras entregas de Baldur's Gate. Tanto el RPG de 1998 como su secuela del 2000 nacieron bajo el genio creativo del estudio, pero su tercera parte recayó en las manos de Larian Studios. Seguramente, a estas alturas de la película ya conozcáis a los también creadores de Divinity. La pregunta es, ¿y por qué no siguió BioWare con BG? Simple y llanamente, porque la licencia no era suya ni de Electronic Arts.
BioWare, un estudio que ha ido de más a menos
Aunque mucha gente no lo sepa, los derechos de Baldur's Gate le pertenecen a Wizard of the Coast, empresa que gestiona todo el universo de Dungeons and Dragons y Magic: The Gathering, entre otros tantos. La cuestión es algo más compleja, pues también entran otras empresas como Hasbro, pero eso es arena de otro costal. Así pues, la única razón por la que BioWare no desarrollo Baldur's Gate 3 es porque WoTW decidió contar con otro estudio. En este caso, con Larian.
Lejos de lo que pueda parecer, esto no afectó demasiado al estudio. Que Baldur's Gate 3 nos hiciera esperar 20 años no significa que sus antiguos creadores se quedasen quitos. Más bien todo lo contrario. Tras terminar con la primera expansión de Baldur's Gate II, pasaron a Neverwinter Nights, otro auténtico juegazo. Tras esto, dieron el salto a KOTOR, el —para muchos— mejor juego jamás creado de Star Wars.
El caso es que todo esto les sirvió para conventirse en un estudio con muchísima experiencia, cosa que vimos en el nacimiento de sus dos grandes sagas: Mass Effect, en 2007, y Dragon Age: Origins, en 2009. En efecto, BioWare es el padre y la madre de dos de las franquicias más importantes de la historia en materia de RPG. Curiosamente, las dos son muy diferentes, pues una se ejecuta como una aventura espacial de ciencia ficción, mientras que la otra es pura fantasía medieval.
Por supuesto, tienen muchos elementos en común que se siguieron desarrollando con las nuevas entregas de ambas franquicias. Por desgracia, con el paso del tiempo, empezaron a encontrar algunos obstáculos. En el año 2007 fueron comprados por Electronic Arts, aunque en realidad esto no fue el comienzo de nada. Aunque gustaron menos en muchos casos, tanto Mass Effect 2 como Dragon Age 2 tuvieron un alto grado de aceptación.
Star Wars: The Old Republic y Mass Effect 3, así como Dragon Age: Inquisiton, pues más de lo mismo. Este último se lanzó en 2024, fecha en la que encontramos su último gran juego de lanzamiento. Y es que, por mucho que nos duela, Mass Effect: Andromeda (2017) no estuvo a la altura de las expectativas. Al menos de lanzamiento, pues tenía muchos problemas de rendimiento, así como errores técnicos, bugs, etc Fue un auténtico varapalo, pero...
En realidad, lo peor llegó en 2019 con Anthem. El que prometía ser uno de los juegos de servicio con más impacto del mercado se convirtió en uno de los mayores fracasos tanto de la historia de BioWare como de la industria en general. Fue un chasco descomunal y no satisfizo a nadie. Esto provocó que BioWare, tras el mal lanzamiento de Andromeda y la debacle de Anthem, acabase en el punto de mira.
Las cosas no mejoraron con el paso del tiempo. Enfrascados en los desarrollos de un nuevo Dragon Age y un nuevo Mass Effect, empezaron a recibir demandas por parte de sus exempleados. También se enfrentó a diversas protestas, aunque en muchos casos la principal responsable fue EA. El caso es que el estudio perdió a muchos activos y, entre ellos, a escritores y trabajadores muy veteranos. La marcha del escritor delos dos prmeros Baldur's Gate, Lukas Kristjanson, y la marcha de Mary Kyrby, figura clave en todos los Dragon Age, no gustó. Tampoco que en 2016 les dejase David Gaier, veterano que estuvo involucrado en sus principales proyectos.
Con todo esto sobre la mesa, cuando nos preguntamos que fue de los creadores del primer Baldur's Gate, se nos ensombrece el rostor. Aunque BioWare sigue al pie del cañón, están en una situación complicada. Sus últimos trabajos no han estado a la altura, han perdido a varios de sus mejores escritores, no han dado con la tecla en los últimos años u se enfrentan a dos proyectos muy grandes habiendo perdido muchas manos. Ya no parecen los mismos. Y aunque no parece que vayan a cerrar ni nada parecido, ya no son los que recordamos. Esperamos que con sus nuevos RPG la cosa cambie, pero de momento tiene mala pinta.
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