Aunque se anunció oficialmente hace bastante tiempo, no descubrí Broken Roads hasta hace poco. De hecho, fue hace unos días cuando supe que este singular juego postapocalíptico al más puro estilo Disco Elysium llegaría a PC, y con textos en español, el próximo de 14 noviembre. Si os soy sincero, fue una muy grata sorpresa, porque me presentó varias ideas, cuando menos, muy llamativas.
Además de ofrecerme una jugabilidad al más puro estilo ZA/UM, Broken Roads rompió —para bien— mis expectativas con una simple palabra: Australia. Sí, ese "paraíso" animal en donde hay especies tan raras que hasta parecen irreales es el protagonista de lo nuevo de Drop Bear Bytes.
Broken Roads tiene una pinta tremenda y podría ser uno de los CRPG del año
Lo más curioso de todo esto es que no sería una Australia cualesquiera, sino una postapocalíptica. Fue ahí cuando me pregunté... "¿Qué diablos me voy a encontrar en un lugar así?" Si ya he descubierto algunas de las criaturas más siniestras de la existencia en pleno siglo XXI, ¿con qué clase de monstruosidad animal me voy a cruzar ahora? De momento no han enseñado ninguna y no sé si aparecerán, pero me encantaría.
Suceda o no, mi atención ya la tienen, puesto que —y ahora me pregunto, por primera vez, por qué no lo han hecho antes— no sé de ningún otro estudio que haya usado este país tan especial y bonito para algo así. Ahora bien, si Broken Roads solo fuese esto, sería una decepción.
Es por eso que me alegré mucho que, más allá de las reminiscencias a Mad Max, descubrí que, en efecto, uno de los juegos a los que más recordaba era Disco Elysium. Ya fuera por el apartado gráfico, el sistema de toma de decisiones o las mecánicas de moral, lo tenía todo para (sin pasarse de la raya) ser comparado con este.
Un juego que toma un poco de aquí y de allá, pero con personalidad propia
En esta imagen vemos una conversación con distintas respuestas y un resumen de nuestra moral a la derecha.
Investigando un poco más, y viendo algunos de sus tráileres, me encontré con que también tenía un sistema de combate con un carácter muy rolero, en perspectiva isométrica, que me recordaba a otro gran juego: Desperados III. Todo sea dicho, que alguien haya logrado que piense en estas dos obras es algo que me parece muy digno, pues hablamos de dos auténticos juegazos indies.
Por suerte, al seguir profundizando en el tema vi que Broken Roads era mucho más que un conjunto de características tomadas de aquí y de allá. Con mucha personalidad, una estética marcadamente western, un sistema de rol de carácter clásico y muchas decisiones, me conquistó.
Tanto es así que ahora es uno de los juegos que más ganas tengo de jugar en lo que queda de 2023. Será el 14 de noviembre cuando pueda hacerlo y, si no ocurre nada malo, podría ser uno de los CRPG más memorables de los últimos años. Esperemos que sea así, pero debemos recordar que sigue siendo pronto para hablar. Al menos en mi caso, pues todavía no lo he podido probar.
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