Unos días atrás, tuve ocasión de participar en un evento preview de Elden Ring: Shadow of the Erdtree, la inminente y largamente esperada expansión que agraciará el RPG de FromSoftware el próximo 21 de junio. Puedes leer un avance al respecto en 3DJuegos, pero no he venido a contarte otra vez qué tal está ese contenido, no; más bien, prefiero explicarte lo que hice después de la presentación —cambiar mi personaje de arriba abajo.
Allá por el 2022, comencé mi viaje en las Tierras Intermedias con una build de destreza e inteligencia (qué tiempos aquellos, los de Velo Lunar ¿eh?) con la que nunca he tenido problemas. Y aunque a medida que recogía lágrimas larvales terminaba orbitando más en torno a las armas que a los hechizos, nunca me he desviado mucho del camino cariano. Hasta el día que probé Shadow of the Erdtree, al menos. Ahora soy un fiel seguidor de la fuerza pura y dura.
¿Qué ha pasado ahí? Simple: he descubierto las artes marciales. En el juego de Miyazaki y compañía, quiero decir. Quienes estuvieran atentos al tráiler gameplay recordarán un fragmento en el que un Sinluz acribilla a algún pobre desgraciado de las tropas de Messmer con hercúleas patadas en el aire, algo que nunca habíamos hecho anteriormente en Dark Souls y sucedáneos.
No solo plantea aquello un jolgorioso espectáculo pugilístico en lo visual, sino que también estoy oficialmente cualificado para etiquetarlo como una manera ultra eficiente de romper la postura de todo lo que se menea. Si la idea de dejar a cualquier enemigo, jefe o no, de rodillas y listo para recibir un finisher que no te lo da ni Márika con la mano abierta, hazte un favor a ti mismo y prueba la ceniza de guerra heavy dryleaf arts (no sé cómo la han localizado al español, lo siento) donde quiera que se encuentre. Y si no quedas satisfecho, te devolveré las runas.
Las nuevas armas de Shadow of the Erdtree
El caso es que más allá de las cenizas de guerra, existen también nuevas armas de puño compartiendo arquetipo con Caestus que tienen nuevos ataques para aprender y dominar; tanto para una sola mano como para dos manos. Una de estas armas, por ejemplo, es una especial con temática de oso. Me gustó especialmente porque, aunque su ceniza particular no me pareciese la gran cosa, sus tajos en oblicuo tienen todas las papeletas para convertirse en una pesadilla en PvP.
Especialmente funcionando en tándem con los nuevos amuletos: tienes algunos para mejorar los fotogramas de los parries, para rodar y para otras tantas cosas. Qué diantre, incluso si no te convence ir a fuerza como yo, tienes hasta una espada con posturas únicas desde la que puedes lanzar distintas ofensivas. O una ballesta semi automática. O frascos de perfume (sí). O un escudo que pega. Entre otras muchas cosas. Como recordatorio, desde PC no tienes que hacer todo el trabajo de encontrar lágrimas: tienes la alternativa del editor de partidas guardadas. No es lo más honroso, pero tampoco es problemático.
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