Ahora resulta que Elden Ring también tiene caminos invisibles, por si no fuese suficiente con su dificultad y los muros ilusorios

Elden Ring es todo lo que los fans esperaban que fuese. Hablamos de un juego amplísimo, vasto y, sobre todo, lleno de secretos que encontrar y que usar para las elucubraciones más locas posibles. Lejos de llenar la lista de teorías, a cada cual más loca posible, hoy os traemos una nueva excusa para recorrer las Tierras Intermedias: caminos ilusorios.

Las paredes ilusorias son algo común en los Soulsborne, aunque en Elden Ring ésto llegó a un nivel muy loco con una pared que necesitaba nada menos que 50 golpes para desvelar el secreto que guarda celosamente. En este caso, el secreto está bajo nuestros pies y es que también hay caminos secretos a lo largo y ancho del juego que requieren cierta pericia para lanzarnos a ellos. Varios usuarios han compartido a través de Reddit y redes sociales vídeos arrojando piedras arcoíris para marcar el camino por estos senderos como si de una película de Indiana Jones se tratase.

Uno de ellos, según hemos podido comprobar nosotros gracias a las indicaciones en Reddit, está en el Sendero Oculto al Árbol Hierático, una zona oculta del mapa de juego que es bastante compleja de completar y que ahora añade una nueva complejidad. Otro se encuentra en las cimas de las montañas de los gigantes que conducen a la torre de la herejía y el mecanismo para superarlo es un mortal prueba y error.

Como podéis imaginar, no hay una mecánica oculta o una forma mucho más fácil de superar estos caminos que probando suerte. De hecho, a la hora de escribir esta noticia solo se han encontrado dos caminos ocultos en el juego, pero FromSoftware no acostumbra a desvelar por sí misma los secretos de sus títulos, por lo que ahora tenemos un nuevo motivo para seguir recorriendo el juego en busca de nuevos caminos.

elden ring

Lo cierto es que aunque sí supone una sorpresa para aquellos que quizá os hayáis terminado el juego, no es una novedad para la saga. Los caminos ocultos llevan siendo la tónica general desde el primer Dark Souls, escondiendo secretos o pasadizos que conectan dos zonas aparentemente separadas.