Minecraft es muchas cosas. Para empezar, es nada menos que el juego más vendido de la historia, con la friolera de 230.000.000 unidades vendidas en todo el globo; es también un fenómeno de la cultura popular, con referencias que transcienden del propio videojuego, incluso es una herramienta de enseñanza, siendo uno de los primeros videojuegos en introducirse a las aulas de forma masiva.
Sin embargo, para mí Minecraft es un refugio. Un título que tengo tan interiorizado que puedo volver a él en cualquier momento para huir unas horas de la monotonía del mundo mientras cargo las pilas. Un espacio seguro con todo el peso de esas palabras; pero también un espacio que me es tan familiar como los recovecos de mi propia casa, uno que poco puede sorprenderme.
Pienso que ese es el motivo por el cual ha estado descansado cerca de un año en mi disco duro, esperando el lanzamiento de la versión 1.18 de Minecraft como la excusa perfecta para volver a ese refugio una vez más, dedicarle un par de decenas de horas a un nuevo mundo, y volverlo a dejar reposar hasta que lo necesitara de nuevo. O eso pensaba de forma ingenua hace cerca de un mes.
En un arrebato de impaciencia durante la espera para Caves & Cliffs he caído de nuevo en las garras de una de las grandes fuerzas de la naturaleza que existen dentro del mundillo que orbita en torno a la titánica obra de Mojang: los mods para Minecraft y las experiencias únicas en torno a ellos.
¿El culpable de que haya dejado de lado algunos de los juegazos que han salido este año hasta nuevo aviso? Create: Adobe & Beyond, un conjunto de mods para el videojuego de los cubos que pone patas arriba todo lo que creía conocer del título, de una forma bastante elegante me gustaría decir. Gracias a él estoy descubriendo de nuevo por qué me gusta, y quiero compartir con vosotros mi experiencia.
Un viaje de altos vuelos con máquinas como aliadas
Para dar un poco de contexto a mis palabras nada mejor que explicar de qué va eso de Create en Minecraft y por qué me ha atrapado de la manera en la que lo ha hecho. Adobe & Beyond es lo que se llama comúnmente como un "paquete de mods técnicos" en los círculos del juego sueco, un conjunto de modificaciones cuyo objetivo es establecer una serie de sistemas explotables que extienden el modo en el que Minecraft funciona.
Este conjunto en concreto está desarrollado por Creators of Create, que como podréis imaginar, son los desarrolladores del Create Mod, que es la matriz de la que nace todo el movimiento dentro de Adobe & Beyond. Convenientemente, Create es un mod basado en la automatización de procesos en Minecraft a través del movimiento.
La máxima en torno a la cual Create está desarrollado es dejar al jugador la mayor gerencia posible a la hora de efectuar la acción. Esta acción no ocurre en un único bloque o sistema cerrado, sino que el jugador, aprovechándose de una serie de herramientas sencillas, pero potentes, puede extender de la forma que crea oportuna todos los vértices de la cadena de opciones disponibles. Suena lioso, lo sé, pero creo que se entenderá mejor con este vídeo:
No contento con esto, los creadores del paquete nos ponen una importante misión por delante: llegar a la Luna con el poderoso conjunto de herramientas que nos han cedido. Una aventura de altos vuelos en el que tienes que volver a aprender a jugar a Minecraft de nuevo.
Redescubriendo mi propio refugio: los juegos refugio como expositores
No es la primera vez que me asomo por el mundillo de los mods para el videojuego de origen sueco. Llevo jugando a la obra de Mojang desde hace más de diez años, desde la versión 1.7.3 de su beta para ser exactos, y en todo ese tiempo he jugado mucho y de muchas formas a Minecraft. Pero mentiría si no dijera que hacía tiempo que no me enganchaba tanto con el título que como con este Create: Adobe & Beyond.
Confío en que los motivos de esto son diversos, aunque creo que su explicación en sencilla: Minecraft funciona de una forma muy concreta, una que me es familiar tanto por costumbre, como por sapiencia que he ido ganando de la simple experiencia. Create trastoca Minecraft en muchos niveles fundamentales, eliminando uno de los dos pilares de esta familiaridad construida con el tiempo. Eso genera algo tan importante como un renovado redescubrimiento de una obra familiar.
En uno de mis antiguos textos para 3DJuegos hablo de cuán importante es la sensación de descubrimiento en los videojuegos para que se genere diversión de forma natural mientras jugamos. Pero dicha sensación requiere de una inversión en tiempo y esfuerzos que, en muchas ocasiones, muchos videojuegos no llegan a transmitirnos.
En mi caso, títulos como Satisfactory, que tienen todos los elementos para enamorarme, no lo consiguen por la ausencia de familiaridad con el título. Un mal que sólo se cura jugando, sin duda, pero también uno que se hace excepcionalmente llevadero con la familiaridad de un juego refugio como garantía. Minecraft se ha convertido en un vehículo para reintroducirme en el género más "hardcoreta" de la estrategia en tiempo real, un suceso excelente por la simple exposición a nuevas experiencias.
Huelga decir que aún sigo jugando como un loco a Adobe & Beyond. Una perspectiva que no creo que cambie en el futuro próximo, pero creo que es importante reflexionar en cómo la reiteración de unas mecánicas pertenecientes a otro género ha acabado conmigo tomando parte en un género del que no me veía partícipe, un hecho que creo que cabe la pena destacar para revindicar la experiencia individual como el motor definitivo del videojuego; un conjunto de sucesos que merece la pena celebrar.
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