Quizás el componente más delicado de un ordenador -y por lo general el más potente y caro en proporción- es la CPU o procesador central; el cerebro de cualquier dispositivo electrónico moderno. A la hora de instalar uno, y en función de la placa base, existen una serie de ''caveats'' que nadie con un mínimo de conocimientos informáticos pueda o deba ignorar.
Pero incluso siguiendo todos los procedimientos, recomendaciones, y medidas de seguridad habituales, un pequeño descuido puede hacer que nuestra CPU rinda de forma anómala o por encima de los límites de seguridad y para mal. Eso es exactamente lo que le ocurrió al protagonista de nuestra historia que posteó en reddit.
Cambio de CPU por sobre calentamiento
El usuario 'Daalex20' explica en dicho post que cambió de una CPU AMD 7600X a una 7500F debido a que la primera estaba alcanzando unas temperaturas demasiado altas. Investigando por foros y páginas webs leyó que el modelo de CPU que instaló primero tendía a alcanzar altas temperaturas, y asumió que estaba o bien defectuosa o que no es un valor de temperatura con el que pudiese estar tranquilo.
No especifica cuánto tiempo estuvo usando la CPU que cambió, pero señala que alcanzaba unas temperaturas ''increíblemente calientes''; y que cuando la adquirió se aseguro de que su equipo cumplía con todos los requisitos de potencia, placaba base, y por supuesto aplicó lo que se nos suele olvidar a muchos cuando armamos o desmontamos nuestro PC para su limpieza, la pasta térmica. El caso es que cuando desmontó su equipo para efectuar el cambio de CPU, se encontró con esto:
Resulta que a la CPU no le pasaba nada ni estaba funcionando mal por ningún defecto. Es sólo que se había olvidado retirar la película protectora del IHS con la que muchos procesadores vienen en su empaquetado (fijaos en la lengüeta anaranjada para facilitar su retirada que hay a la derecha de la imagen de arriba). Cuanto menos, mejoró su procesador aunque de forma prematura, y en comentarios posteriores en el post, asegura que no está insatisfecho con la decisión; como se suele decir, no hay mal que por bien no venga.
La importancia de revisar bien una CPU
'Daalex20' también explicó que, debido a que suele actualizar su equipo con componentes de segunda mano -que igualmente revisa bien para que no le cuelen ningún gol-, cuando se hizo con el AMD 7600X no lo revisó a fondo debido a que era nuevo de fábrica. Comprobó compatibilidad y le aplicó la pasta térmica como demuestra la imagen de más arriba, pero no es lo único que hay que hacer cuando montamos una CPU nueva.
Aunque no sea en todos los fabricantes, es recomendable comprobar que la CPU que vamos a instalar no lleve elementos protectores que deben removerse antes de introducirla en el zócalo de la placa base. El IHS (Integrated Heat Spreader o Difusor Térmico Integrado) es una pieza altamente sensible de todo procesador, y si tiene ''impurezas'' o pequeñas ralladuras en su superficie, su eficacia decrece considerablemente; de ahí que muchos fabricantes le apliquen un film protector de plástico para que no reciba polvo o se dañe, como el que viene en las pantallas de monitores, móviles, tabletas...
Por suerte para nuestro protagonista, el único perjudicado de esta historia fue ese film protector, que afortunadamente estaba hecho de unos materiales ininflamables. De lo contrario no sólo el procesador habría recibido daños por alta temperatura. Ese, y su cartera al tener que comprar un procesador nuevo cuando el que tenía estaba en buen estado.
Imagen de portada: Athena Sandrini - Pexels
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