La pesadilla de Intel no se acaba y ahora podría convertirse en batalla legal gracias a una denuncia en contra de sus procesadores defectuosos

Está claro que estos están siendo tiempos duros para Intel. El equipo azul ha estado en el centro de la polémica por los problemas de estabilidad de sus procesadores de 13ª y 14ª generación, y todavía está sintiendo las repercusiones de ello. Ahora, comienza lo que podría convertirse en un calvario de opinión pública todavía mayor, pues ha recibido una demanda por estos fallos de fabricación, y su autor busca el apoyo de otros afectados.

Intel recibe una demanda con ambiciones de hacerse colectiva

Mark Vanvalkenburgh es el nombre de quien ha comenzado un encontronazo legal con la empresa. Lanzando una querella en las cortes de San José, California, el particular alega que compró un procesador Intel Core i7-13700K y que Intel, por aquel entonces, ya sabía de los problemas de estos procesadores, pero no los arregló a tiempo. 

Haciéndose eco de varios medios de información y redes sociales, el demandante afirma que ya se conocían estos problemas en diciembre de 2022, y que Intel hizo caso omiso para seguir vendiendo procesadores. De ser verdad esto, estaríamos hablado de fraude por omisión, además de ir en contra de las leyes mercantines de Nueva York, según afirma el portal anglosajón TechSpot. 

Ahora bien, Vanvalkenburgh no busca ser un Don Quijote moderno que vaya en contra de la gigante tecnológica a solas, sino que quiere que su de manda se convierta en una class action lawsuit, es decir un proceso judicial al que pudieran sumarse, buscando compensación, todos los afectados particulares por el complicado de los procesadores de Intel.

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