Intel logra alcanzar los arrolladores 7,2 GHz de velocidad, pero el precio a pagar por ello es demencial

Ah, los gigahercios. Todavía recuerdo cuando pasar los 1.000 MHz se consideraba todo un hito, y ahora ya hasta nuestros teléfonos hacen que estos recuerdos parezcan sacados de la edad de piedra. Aun así, estas medidas siguen estando a la orden del día, e Intel acaba de pulverizar todas las expectativas con sus nuevos procesadores Xeon, que han alcanzado los 7,2 GHz de potencia.

Y es que estas nuevas CPU para servidores empresariales del equipo azul viene con mucho potencial bajo el brazo. Contando con 16 núcleos de rendimiento, en vez de utilizar la arquitectura híbrida con E-Cores, los procesadores pueden alcanzar frecuencias demoledoras. Esto no ha tardado en atraer a los overclockers más atrevidos, que han llevado estas nuevas bestias a su límite.

Durante la Computex 2023, la feria líder de informática y tecnología en el territorio taiwanés, el canal de YouTube Level1Techs decidió trastear con uno de los Xeon Sapphire Rapids. En colaboración con la marca ASRock y sus nuevas placas base W790, se pusieron manos a la obra para exprimir todo el jugo posible a este chip.

Pasando por varias fases de prueba, algunas más estables que otras, llegaron a destronar al i9-13900K de Intel en Cinebench, una de las pruebas de rendimiento más famosas para CPUs. En este caso, consiguieron un 21% más de rendimiento empujando el procesador "solo" hasta 6,1 GHz. Aun así, quedaba trabajo por hacer, y esa cifra fue pronto destruida por el récord actual: 7,2 GHz.

Hay que tener en cuenta una cosa, y es que, pese a esa impresionante cifra, no consiguieron terminar un solo ciclo de Cinebench. Y es que el overclocking tiene un riesgo, la inestabilidad del sistema, y empujar procesadores tantísimo más allá de sus límites puede llevar a crasheos. Aun así, es una cifra de locos.

Pero, ¿qué clase de consumo se puede esperar de un procesador corriendo a estas velocidades? Pues bien, en el caso de la prueba de 6,1 GHz, se vio un consumo de 50 W por núcleo, lo cual, multiplicado por 16, nos lleva a hablar de unos demoledores 800 W, más de lo que muchas fuentes de alimentación de gama media podrían utilizar para un equipo entero.

Intel también se enfrenta a grandes despidos

Las compañías tecnológicas están viendo cómo se desinfla su mercado. Tras haber vivido una época dorada durante la pandemia, su situación económica está volviendo a los niveles "estables" de antaño, y esto está llevando a reducciones de beneficios brutales. Habiendo contratado mucho talento durante estos años de bonanza, ahora tenemos el efecto contrario, muchos despidos, e Intel también está siendo golpeada por estas condiciones, con reducciones de hasta el 20% de los puestos de trabajo.

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