Ahora que los precios de las tarjetas gráficas empiezan a estabilizarse (aunque no por ello a ser baratas), parece que otros componentes de nuestros ordenadores empiezan a encarecerse de nuevo. Los procesadores de Intel son un ejemplo de ello, y Alder Lake, la 12ª generación de estos, es ahora prueba de dicho fenómeno.
Y es que, aunque el equipo azul no haya hecho ningún anuncio al respecto, el portal Intel ARK, que sirve como base de datos oficial para todos los productos de la marca norteamericana, ha fijado cambios a los productos de la firma. De momento, eso sí, estos solo se reflejan en las CPU de la pasada generación, y esto es lo más sospechoso.
Las subidas afectan a todos los procesadores de la 12ª generación de Intel, y van desde un 9,84 hasta un 10,1%. Como puedes comprender, en estamentos bajos de la jerarquía de procesadores, esto se traduce en incrementos de 10 dólares, algo poco importante, pero los tope de gama se encarecen hasta en casi 60 dólares.
Hace medio año, Intel ya anunció que subiría los precios de sus componentes, hablando de incluso hasta un 20%, con lo que esto parece ser la primera fase de esta crónica de una muerte anunciada. Curiosamente, ahora mismo los precios de los Alder Lake son superiores a los de sus hermanos mayores, los Raptor Lake de 13ª generación.
En el peor de los casos, esto podría indicar que una subida de precio para las CPUs más modernas del equipo azul está en el horizonte. Con AMD buscando la creación de placas base más económicas para incrementar las ventas de sus procesadores, puede que esto modifique la tendencia hacia el alta de las ventas que estaba teniendo el equipo azul durante los últimos meses.