Con el éxito que han tenido los procesadores Ryzen de AMD en los últimos años, una de las mayores quejas que su nueva generación está teniendo es la de su precio. Siendo antes el competidor que adelantaba a Intel al ser más asequible, ahora la balanza se ha equilibrado, y esto puede estar dañando al equipo rojo. Aun así, la empresa no solo no quiere bajar los precios, sino que tiene una estrategia en marcha para ello.
Las CPUs Zen 4 están todavía comenzando el desembarco de toda su familia, pero el desembolso que exigen no está convenciendo al público. Hace unos meses, ya hablaba de los problemas de producción que estaban teniendo estos procesadores, y AMD parece haber tomado nota de ello, aunque por otras razones.
Cerrando un año en el que AMD ha podido mantener beneficios sobre todo por sus ventas de chips para servidores, la CEO de la empresa, Lisa Su habló con los inversores sobre el presente y futuro de la compañía. Según comentó, han contrarrestado la baja demanda de sus productos reduciendo asimismo los envíos. De esta manera, durante los 2 últimos trimestres del año pasado pudieron evitar una bajada de precios a sus procesadores y tarjetas gráficas.
"Hemos reducido los envíos durante el 3er trimestre, hemos reducido los envíos durante el cuarto trimestre, y lo seguiremos haciendo, aunque menos, durante el primer trimestre [de 2023]", confirma la ejecutiva de AMD en una llamada con los accionistas de la firma. Al no haber exceso de stock, esto ha permitido que los productos del equipo rojo no necesiten una bajada de precios de cara al público.
Esto ayuda a explicar por qué, incluso tras la crisis de componentes y el auge de las criptomonedas, los precios de las tarjetas gráficas en concreto siguen sin reducirse a niveles de prepandemia. Si juntamos esta estrategia con el hecho de que varias generaciones estén coviviendo y las nuevas se encarezcan cada vez más, tenemos una receta desastrosa para nuestros bolsillos.
Por supuesto, esto es una estrategia válida dentro del mercado, pero puede tener consecuencias para los usuarios. Si el stock de AMD se reduce y dejan más espacio a NVIDIA, podemos encontrarnos con una escena de GPUs todavía más monopolizada por el equipo verde.