Tal y como estaba prometido, Valve ha comenzado a distribuir las primeras unidades de Steam Deck, el curioso híbrido de ordenador y consola del que tanto hemos estado hablando últimamente. Eso significa que tanto los medios de prensa como algunos usuarios muy rápidos (o afortunados, como explicaremos más adelante) ya tienen una. 3DJuegos PC está la lista de afortunados, claro; llevo algunas horas de experiencia con la máquina y con la biblioteca, incluyendo el juego "exclusivo" Aperture Desk Job basado en la franquicia Portal. Te cuento qué tal se ha estrenado el sistema, cómo se siente y cuáles son las tareas pendientes de mejorar en el futuro.
¿Qué tal si ajustamos un poco las expectativas antes de empezar? Dicen los cracks de Gamers Nexus, y no podría estar más de acuerdo, en que las cosas no se deberían comprar simplemente por ser nuevas; sino más bien cuestionarte si el producto de turno va a mejorar tu vida de alguna manera. En este caso específico, creo que la función de Steam Deck o el rol que debe cumplir en nuestro hobby es el de llevar toda la versatilidad de un PC a un sistema tan asequible como es el de una consola. Y en buena medida, creo que cumple con lo esperado porque te permite llevar a todas partes una biblioteca enorme de juegos que ya tienes, incluyendo unos cuantos de los que parecen imposibles de jugar con un mando.
Todo eso está genial, y no hace falta que diga que en Bellevue llevan casi dos décadas nutriendo su plataforma digital de características que está heredando Deck: de alguna forma, está "condenada a ganar" ¿verdad? Pues eso parece, aunque con la misma sinceridad te digo que veo algunas cosas que me rechinan un poco, que faltan por pulir, por perfilar (con la incompatibilidad de ciertos juegos en cabeza) y cosas del propio hardware que podrían haber salido un poco mejor. Veamos cómo se ha estrenado el nuevo invento de Valve y cómo de bien orientada está de cara al futuro.
Reserva y envío de Steam Deck
Hacerte con una Steam Deck no es tan sencillo como acudir a la tienda de informática más cercana y pedir el modelo que te gusta. Huelga decir que estamos en una crisis de semiconductores que acarrea una serie de dificultades logísticas, sin mencionar el hecho de que Valve lleva más tiempo trabajando con software que con hardware. Así que no debería sorprendernos tener que visitar la plataforma digital de la compañía para hacernos con una de estas máquinas tan molonas. Con especial énfasis en "una", porque es lo que se vende por cabeza. Hay varios modelos para elegir, y todos ellos obedecen a las mismas realidades: ante una demanda tan grande, tu reserva (de apenas cuatro euros) va a una cola de espera.
Los padres de Half-Life han organizado numerosas tiradas, y en función de cuándo hayas reservado tu Steam Deck, se te asignará una u otra. Para que te hagas una idea de cómo está el tema, por ahora solo pueden pasar por caja los primeros usuarios que reservaron su unidad. De los que generaron el ticket con esa misma operación en julio de 2021, muchos ven ahora cómo la compra está fechada en uno de los dos primeros trimestres de este año, sin mayor grado de especificación. Otras reservas posteriores se harán de rogar hasta el 2023, si bien en Valve quieren acelerar el ritmo de producción de Steam Deck. "Tanto la disponibilidad como el calendario de producción están más claros" dicen, con la promesa de habilitar el envío también a otros países como Japón.
En otras palabras, esto va para largo. Si no has reservado una Steam Deck, lo más probable es que tengas que esperar bastante para tener una oportunidad de comprarla, salvo que realmente la producción aumente o que tengas mucha suerte: cuando una reserva está disponible, el usuario recibe un e-mail informándole de que tiene tres días para comprar su unidad; si no lo hace, la oportunidad pasa al siguiente de la cadena y al primero se le reembolsa lo que ha aportado en la reserva. Personalmente, encuentro que este método está más o menos acertado para los que ya usamos Steam de forma habitual y conocemos las cosas que se cuecen en el mundillo. Usuarios dedicados, vaya, que es el público principal de este producto. ¿Y los que sencillamente acaban de interesarse por un PC con el aspecto de una consola? A esos igual no les entusiasma tanto.
Primeras impresiones de Steam Deck
Cuando recibas tu Steam Deck en casa —se te notifica por correo antes de eso para que estés atento— el repartidor te dejará un paquete súper discreto de 33x16 cm que lleva el logo de la "consola" impreso junto a otros de seguridad. Dentro, encontrarás que la protección es increíblemente minimalista también, más parecida a la de un teléfono móvil que otra cosa. Hay una cajita más pequeña con un cargador, una lámina con orientaciones sobre cómo debes encender y usar el hardware... junto a la unidad en sí, claro. Decíamos que existen varios modelos distintos, aunque todos ellos tienen en común el hecho de que se suministran junto con una carcasa portátil de caucho endurecido. Me llamó la atención el tamaño: de lado, es prácticamente igual de grande que un teclado TKL de Razer.
Y eso no ocurre porque dentro haya espacio para el cargador ni nada del estilo: solo cabe la máquina. Conforme llegaban las primeras impresiones de Steam Deck a internet, las redes sociales se llenaban de memes burlándose de su enormidad, y con razón. Hablamos de 30 centímetros de ancho de chasis con una distribución similar a la de Nintendo Switch, que es más grande que el termo de agua que tengo en la mesa (permaneced hidratados, gamers) y no te voy a engañar, la primera vez que vi eso, fruncí el ceño. Comentaba al compañero Álvaro Castellano que sostener una Deck en las manos se siente raro, pero no es el tipo de rareza desagradable que te hace arrepentirte de la compra, sino más bien el que te hace saber que te tienes que acostumbrar. Pesa unos 670 gramos, frente a los 420 gramos de la Switch en su modelo OLED. Los números exactos no son sensaciones, así que te diré que pesa menos de lo que parece. Etiquetarla como ligera me parece un error, eso sí, pero no he notado pesadez en sesiones cortas o apoyando los brazos en algo para jugar.
Cuando pienso en qué uso le daré a Steam Deck fuera del trabajo, diría que es el sistema ideal para llevar en una mochila si vas a pasar unos días en casa de un familiar. O si pasas tantas horas delante del ordenador que necesitas irte a otra habitación para relajarte. Y es que a mi parecer, el mayor atractivo que existe en este producto —hablo desde la perspectiva de alguien que juega habitualmente en un PC de sobremesa con una RTX 3080— es el mero hecho de ser compatible con funciones como Steam Cloud, así que las partidas guardadas te acompañan allá donde vayas. Francamente, me daría palo tener que empezar una partida nueva de Monster Hunter Rise solo para disfrutar de la portabilidad de Deck, pero continuar la de siempre cuando estoy fuera y que los progresos que hago estén ahí cuando regrese a casa es un verdadero puntazo.
Desafortunadamente, no existe un modelo compatible con la conectividad 4G o 5G aún, si bien en Valve no descartan hacer revisiones futuras en las que seguramente haya una novedad similar; por lo que necesitas un punto Wi-Fi cercano o usar tu teléfono móvil como anclaje para sacar partido a esto que comentaba. Steam Deck es un sistema interesante, pero como puedes ver tiene sus necesidades particulares. Además de esta que comentamos, también necesitas hacer hueco fuera de la funda para llevar el cargador contigo (la batería dura entre dos y ocho horas, según lo que estés jugando) y comprar un protector de pantalla aparte. Para usarla en la televisión o con un cable Ethernet necesitas un puerto que se venderá por separado más adelante en la primavera de 2022. Son cosas que no enturbian la experiencia, pero al menos sí que te hacen pensar "sería genial que esto se hubiera diseñado de esta otra manera".
Aprovecho este hueco para recordarte que al CEO de Valve, Gabe Newell, le encanta leer las opiniones de los usuarios y que puedes escribirle un mensaje en gaben@valvesoftware.com o a través del portal oficial. No pongas nada raro, por favor, porque hablamos de una persona real y además es toda una suerte que esté dispuesto a leer tantos correos.
Volviendo al tema que nos atañe, la experiencia de usar Steam Deck es bastante distintiva cuanto menos. La configuración inicial es rápida, salvando casos como este en el que hablamos de una de las primeras unidades porque toca pasar por un parche en una interfaz de BIOS bastante fea que (prometen) no volveremos a ver en el futuro. Después de eso, al experimentar con la interfaz y los botones, queda patente una vez más que Valve se inspira en Nintendo a la hora de crear sus productos porque tanto el pop-up de la gestión de volumen como la barra inferior de la interfaz que recoge el uso contextual de cada botón (p. ej. presionar B para cancelar una selección) son virtualmente idénticos a los de Switch. La única excepción son algunos menús que a pesar entre los dominios de Valve se abren con el navegador, y ahí solo puedes usar la pantalla táctil para interactuar.
Es importante matizar también que todo lo tocante a UI/UX se ha replanteado en Steam Deck, de tal forma que incluso si la navegación resulta familiar a la que tenemos en la versión de escritorio, en realidad los menús se visualizan y desarrollan por su propia cuenta. Todo ello viene unificado por un botón con el nombre de la plataforma que se aloja en la parte inferior izquierda, que sirve para superponer sobre cualquier pantalla los atajos directos a la biblioteca, a las descargas o incluso al contenido comunitario y las noticias si lo presionas mientras estás en una partida. Un punto realmente diferenciador frente al resto de plataformas orientadas a los videojuegos que operan en PC, más próximo a lo que vemos en las consolas tradicionales. Desde allí también es posible cambiar al modo de escritorio, operado mediante Linux, para hacer todo lo que harías en un equipo de escritorio.
Técnicamente, puedes aprovechar esto para crear un sistema Dual Boot desde ya mismo que te permita elegir entre Windows 10 y Linux cada vez que le das al botón de encender; si bien no es recomendable hacerlo por el momento: es mejor esperar a que lleguen los controladores pertinentes de AMD para evitar problemas de compatibilidad. Por otro lado, una vez tengamos luz verde recomendaría sin duda hacerlo pues algunos juegos como Destiny 2 no te permiten jugar en Deck tal y como está ahora mismo: habrá que esperar a tener una versión usable de Windows antes de nada, lo cual (hasta donde sé) no tiene fecha ni evidencias de que vaya a llegar pronto. Así que digamos que en estos momentos, Steam Deck está un poco limitada a lo que el ecosistema de Valve se refiere.
Los juegos en Steam Deck
Junto a Steam Deck, Valve ha lanzado también un software de presentación "disfrazado" de videojuego: se trata de Aperture Desk Job, basado en el universo Portal, donde interpretamos al último recluta de la corporación que todos conocemos y odiamos (en el mejor de los sentidos). Un walking simulator de lo más inusual, un tutorial enfocado a sacar a relucir el lado más plástico del nuevo sistema portátil. La magia está en tocar los botones, sentir la respuesta háptica y familiarizarse con funciones básicas que no se explican en un manual de instrucciones —hacer capturas, usar el micrófono, escribir en la pantalla táctil, usar las palancas traseras, esa clase de cosas. Está disponible en Steam completamente gratis independientemente de que tengas la máquina de turno o que no, pero insisto en la idea de que es un software de acompañamiento pensado con Deck en mente.
Si finalmente te haces con una, te recomiendo probarlo: dura poco, es divertido y te ayuda a entender algunas cosas básicas. No es Portal 3, desde luego; pero sí que tiene la magia y el sentido del humor que tanto nos gusta ver en los autómatas de Aperture Science. Resulta fascinante ver cómo Valve sigue imprimiendo encanto en objetos como un inodoro (algo así como el sandwich de Team Fortress 2 o el cubo de la amistad) y otras cosas que prefiero dejar en el aire. Pero el punto al que quiero llegar es que es una gran toma de contacto con Steam Deck y con Valve en general. Ojalá y a nivel interno se hayan sentido más inspirados de cara a la creación de una secuela de tomo y lomo. De sueños vive el hombre, dicen por ahí.
Por supuesto, he querido trastear también con otros juegos para ver qué tal rinden. En Valve dicen que Deck tiene suficiente potencia como para correr cualquier título que tengas en la biblioteca, aunque por diferentes cuestiones no es compatible con todos ellos. Por ejemplo, no puedes usarla para jugar a juegos de realidad virtual, lo cual es algo triste porque Half-Life: Alyx es literalmente uno de los mejores juegos que ha parido la industria en los últimos años. Es por ello que han arrancado un programa de validación llamado Steam Verified: un estudio minucioso que trata de etiquetar todos los juegos de la plataforma como "ideal para Deck" si cumple con los criterios de legibilidad, jugabilidad y demases, "compatible con Deck" si falla en algo pero se puede usar, o "incompatible" si por cualquier razón es imposible jugar.
Lo cierto es que el alcance de la máquina de Valve es bastante amplio. Eché un ojo por la lista de juegos recomendados para Deck y me sorprendió ver a Elden Ring, que de forma razonable se ha convertido en el juego más popular del momento; así que ni corto ni perezoso me lo instalé a sabiendas de que la versión de PC no funciona especialmente bien. El juego, siguiendo los convenios del programa Verified, resulta legible en la pantalla de 7 pulgadas —tengo el modelo intermedio de Deck, con un SSD NVMe de 256 GB, pero el superior tiene una pantalla antirreflectante que debería permitirte ver el juego incluso a la luz del sol— y además del perfil de control por defecto, también cuenta con alguno diseñado por la comunidad sorprendentemente cómodo haciendo uso de los trackpads.
¿Quejas, observaciones? Alguna, sí. Resulta que Elden Ring es compatible con la resolución nativa de Steam Deck (1280x800p) pero solo con unas bandas negras en los márgenes de la pantalla que amoldan la imagen al formato 16:9, mucho más establecido. El RPG de FromSoftware arrastra tantos problemas en PC que esto no resulta ni siquiera una crítica real, sino más bien una preocupación por el tipo de concesiones que hace el programa de juegos verificados de Valve —si se pasa por alto algo como las bandas negras, me figuro que otros tantos juegos de la lista serán también solo "pasables". Pasa con muchos, ojo. Ahora bien, poco que objetar al rendimiento: el juego se mueve a unos 30-40 FPS sin caídas notorias ni más problemas de frametime que los que ya todos conocemos de la versión de escritorio; con un uso de GPU que en mi experiencia solo ha ido hasta el 98% explorando Necrolimbo.
Desde el panel lateral acoplable es posible limitar a 30 FPS este y todos los juegos, como también activar un modo de ahorro de batería o fijar a mano la frecuencia del reloj interno. Como recordatorio, Steam Deck tiene una CPU Zen 2 de cuatro núcleos y ocho hilos más una GPU personalizada de AMD con ocho núcleos computacionales basados en RDNA 2 que alcanza 1,6 GHz. La batería dura unas 2-8 horas dependiendo del juego, aunque en este caso específico hablamos de aproximadamente cuatro según el tiempo que pases en cuevas o escenas de acción. Su panel IPS refresca a 60 Hz, algo que solo aprovechan los juegos más propios del perfil portátil. No estoy seguro de cómo de bien se desenvolverá con los grandes juegos del futuro sabiendo que los de hoy están algo limitados, pero imagino que las pestañas de configuración y las posibilidades que brinde la máquina a medida que llegue el soporte para Windows nos abrirá puertas. ¿Te imaginas acoplar una tarjeta gráfica externa? Es probable que termine sucediendo.
Steam Deck ha empezado con mucha más solidez de la que jamás disfrutaron las difuntas Steam Machines. El nuevo proyecto de Valve se siente robusto, lleno de posibilidades; creo que es un punto de entrada estupendo para los usuarios de consola que tienen que adaptarse al PC poco a poco y es un gran compañero de viajes desde el primer minuto. Ahora bien, también tengo la sensación de que las mejores cosas están por llegar todavía. Hasta que AMD libere esos controladores de soporte para Windows, los usuarios permanecen encasillados en el ecosistema digital de Valve. Por consiguiente, algunos juegos tan populares como Final Fantasy XIV, Halo Infinite o Hunt: Showdown son incompatibles con el sistema, o no funcionan todo lo bien que deberían. Habrá que ver cómo de viable es jugar a distancia con Steam Controller o con mandos de terceros, o acoplar un ratón y un teclado. Tenemos mucho de qué hablar a lo largo de los próximos meses, porque esto se siente más como un ejercicio fundacional que otra cosa.
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