"No es para tanto", he probado Steam Deck OLED y tiene muchas virtudes, pero solo merece la pena en casos concretos

Mucho se ha hablado últimamente de Steam Deck OLED. Algo lógico si tenemos en cuenta que la nueva consola de Valve ha llegado al mercado con varias novedades muy interesantes. Por supuesto, la más destacada de todas ellas es su nueva pantalla, pero no es la única. La fabricante ha sido capaz de mejorar tanto la arquitectura como el diseño de su nuevo periférico, aunque en esencia es la misma que la anterior.

Es decir, que el hardware de Steam Deck y Steam Deck OLED es prácticamente igual, por lo que no debemos esperar un upgrade en el rendimiento. Más allá de las mejoras que se han logrado al reducir los nm, las mejoras en la calidad de imagen o el salto cualitativo de la batería, no hay muchas diferencias. Es por esto mismo que no os recomiendo comprarla si tenéis la original.

La nueva consola de Valve merece la pena si...

Me explico. El mismo día que se puso a la venta, fui corriendo a mi cuenta de Steam y me hice con una de sus nuevas Steam Deck OLED. Ya había probado la anterior, aunque no la tenía, por lo que estaba completamente convencido de que quería una para mí. Al probarla, me di cuenta de que la consola de Valve era capaz de satisfacer casi todas mis exigencias, pero que no era para tanto en comparación a la anterior.

¿Quiere decir esto que es una mala consola? No, ni mucho menos. No me arrepiento ni lo más mínimo de haber adquirido una Steam Deck OLED, pero es igual de cierto que, si ya tienes la anterior, creo que no merece la pena hacer el cambio. Si no tienes ninguna, tal y como me sucedía a mí, creo que sí es conveniente. En caso contrario, conservar el modelo original es más que suficiente.

La pregunta, llegados a este punto, es ¿por qué? Muy sencillo: porque considero que las diferencias entre una y otra no justifican el cambio. Por supuesto, esto al final depende del presupuesto y las condiciones individuales de cada uno, mas opino que esta puede ser la situación de la gran mayoría de usuarios.

Si nos ponemos exigentes, aunque da mucho gusto ver la pantalla de la OLED y el salto cualitativo en ese sentido es evidente, sigue siendo la misma consola de siempre. El rendimiento es el mismo, más allá del par de horas de batería extra que he conseguido o el espacio de almacenamiento adicional que viene con ella.

Teniendo en cuenta que la Steam Deck original no era precisamente barata, no considero que merezca la pena realizar el desembolso de nuevo. Menos todavía cuando sabemos que, aunque todavía le quedan un par de añitos, Valve ya está pensando en Steam Deck 2.

Es por esto mismo que estoy a favor de no cambiar de consola y aguantar con la Steam Deck normal hasta que se anuncie su nueva versión. Lo dicho, si no tienes ninguna, sí que me parece mucho más interesante. En caso contrario, opino que tener algo de paciencia puede ser lo que más te convenga. Sea como fuere, al final la decisión es tuya y esta no es más que mi visión subjetiva de las cosas.

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