Steam Deck, el PC de juegos portátil de Valve, se lanzó en febrero de 2022, pero llegó a nuestras vidas con algunos problemas de stock. Durante un tiempo, fuimos muchos los que nos quedamos con ganas de más durante unos meses. Por suerte, la situación se fue corrigiendo poco a poco, permitiéndonos acceder a ella con mucha más facilidad. A título personal, tarde un año y medio —aproximadamente— en conseguir la mía propia. De hecho, me tomé las cosas con paciencia hasta el punto de que (directamente) me estrené con su versión OLED.
Y aunque a veces tengo la sensación de que fue ayer, lo cierto es que ya llevo más de medio año con ella. O lo que es lo mismo, le he dedicado cientos de horas con toda clase de videojuegos, desde grandes producciones hasta indies relativamente desconocidos, pasando por todo tipo de géneros: shooters, RPG, aventuras, plataformas, novelas visuales, roguelites, etc. Es decir, he experimentado muchísimo con ella, por lo que ya tengo una opinión bastante formada sobre ella.
¿Merece la pena Steam Deck?
Con esto en mente, hay una primera pregunta indispensable de responder: ¿Ha merecido la pena? La respuesta es rotundamente sí. Hoy día no me arrepiento ni lo más mínimo de haberle dado una oportunidad al PC de juegos portátil de Valve. Ahora, seré completamente sincero con vosotros: a veces me he preguntado si no habría sido mejor adquirir, por ejemplo, una ROG ALLY en su lugar. Dudas típicas que cualquiera puede tener, pero que en realidad no empañan la realidad: Steam Deck OLED es una de las mejores compras que he hecho en mucho tiempo.
Eso no quita que tenga problemas, defectos o aspectos que pueda mejorar, pero iré por partes. En primer lugar, debo confesar que lo que más me ha gustado es que lo fácil que es usar sus cualidades básicas. No tardé ni diez minutos en configurarlo todo, algo que se explica fácilmente por el carácter nativo de la misma respecto a Steam. Al poder acceder a todo mi catálogo con un solo "clic", hace que todo sea realmente fácil. O lo que es lo mismo, ofrece cero complicaciones a la hora de interactuar con los menús del modo gaming.
El modo escritorio es algo más complejo en el sentido de que tendrás que darle bastante caña y, en realidad, es la única manera de sacarle el provecho al 100%. O lo que es lo mismo, Steam Deck es una consola que se viene arriba si no tienes miedo a la hora de experimentar con el modo escritorio con programas de terceros y/o activos que no vienen preinstalados en la consola. Lo bueno es que, aunque funciona con un OS propio, no tiene demasiados problemas de compatibilidad con las app más útiles, pues la mayoría de editores le han dado una importancia relativamente capital a la misma.
Así pues, entre sus principales virtudes destaco la facilidad de uso, el potencial que tiene a un nivel más experto, el factor ergonomía, etc. Por supuesto, tiene otras ventajas, tales como la calidad de la pantalla, el buen rendimiento que ofrece, etc. Cuando sumo todo esto, sumando a la ecuación los cientos de horas que le he dedicado como argumento, la sensación que se me queda es realmente positiva. Si pudiese regresar al pasado, seguramente repetiría la experiencia.
Por supuesto, no es oro todo lo que reluce, y diría que tiene tres aspectos negativos bastante concretos: en primer lugar, la duración de la batería es muy mejorable; seguidamente, todavía hay muchísimos juegos que no se han adaptado a la consola y no son compatibles o no se han actualizado por y para ella; en último lugar, no es el PC portátil más potente del mercado, ni mucho menos, y sufre bastante con algunos triple A si no reducimos bastante sus prestaciones gráficas.
Con esto, lo que quiero dejar muy claro es que, como casi cualquier hardware de estas características, no es ni mucho menos perfecto. Sin embargo, tanto si quieres ir al grano como si quieres complicarte la cabeza a la hora de trastear con ella, ofrece muy buenos resultados. Y aunque otras consolas similares también funcionan con Steam, esta es la que más fácil nos lo pone. Aparte, nunca he sido demasiado fan de los dispositivos que funcionan con Windows 11 sabiendo que este es algo más genérico. Que no sea W11 es algo que agradezco muchísimo, siendo esta otra de las razones por las que, cientos de horas después, os puedo decir que estoy encantado con mi Steam Deck OLED.
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