Esta semana, Destiny 2 da la bienvenida a sus seguidores con una notificación que reza "juega gratis a La Reina Bruja". Por si no estabas muy puesto con el tema, se trata de la expansión que se estrenó a comienzos de 2022; y si me lo permites, es también uno de los mejores descargables que ha tenido la franquicia en general. La cuestión es que, si no lo habías disfrutado aún, tienes hasta el 26 de febrero para completar su campaña y hacerte con sus 14 piezas de equipamiento excepcional.
Naturalmente, una vez pase ese tiempo necesitarás tener el DLC registrado en tu cuenta para seguir jugando a sus contenidos, así que es más bien una manera de ponerte al día con la historia troncal de cara al lanzamiento de D2 Lightfall apenas un par de días más tarde (el 28 de febrero). Esa última se puede reservar desde hace unos meses, por si prefieres saltar directamente ahí en lugar de empezar por los episodios anteriores.
La Reina Bruja (The Witch Queen en inglés) lleva a los guardianes a explorar el mundo trono de Savathûn, una de las entidades más antiguas y poderosas de la colmena; aunque mi recomendación personal es que te dejes llevar por la jugabilidad más que por la historia. Aquella expansión reestrenó el modo de dificultad legendario, un clásico en los juegos de Bungie que volvió por todo lo alto. Fue una experiencia súper divertida, que te obligaba a pensar un poco sin ponerte contra las cuerdas hasta niveles agobiantes.
Como iba diciendo, el próximo DLC llega en cuestión de unos días: Lightfall se ambienta en Neomuna, una ciudad de Neptuno que ahora está asediada por el mismísimo Calus —ahora como uno de los Discípulos del Testigo— pero tendremos un nuevo poder para plantarles cara. Se trata de la Atadura, que seguramente ya hayas visto en tráilers.