Unos días atrás, tuve ocasión de reunirme con diseñadores de ZeniMax para explorar juntos la región de Galen, que debuta en The Elder Scrolls Online mediante el DLC Firesong. Por si no estás muy al día con la actualidad del MMO, este nuevo episodio marca el final narrativo para el arco del legado de los bretones (el de la expansión High Isle, sí) sumando también una generosa dosis de misiones, mercaderes, muebles, enemigos e incluso algunas mejoras generales como parte de la actualización 36.
Por si no estabas muy al día con el tema, Galen es una de las islas del archipiélago de Systres, al que también pertenece la tierra que daba nombre a la expansión de 2022. Puesto que están cerca geográficamente, ambas localizaciones comparten una identidad visual muy similar; pero me gustó mucho comprobar que el nuevo DLC también ha sabido encontrar su propio camino, su propia temática. Es una región salvaje, ignota; donde la naturaleza exuberante apenas ha conocido la terraformación del hombre.
Esa diferenciación artística es precisamente el punto que más me impactó de la visita. Verás, Galen es el hogar de los druidas —que en el universo Elder Scrolls son mitad humanos y mitad elfos— de modo que es fácil encontrar montañas o cuevas con paredes talladas repartidas por el lugar. Tal vez suene raro, pero transmiten calma, paz y armonía; así como una escala monumental. Desde cerca, en cambio, me llamó la atención la geometría de los atrapasueños y otros utensilios colgados de los árboles.
La jungla posee un encanto similar: se entra a través de un diminuto pasaje, y la primera toma de contacto no está demasiado lejos de lo que esperarías de una catedral, por ejemplo. Las copas de los altísimos árboles que delimitan la región forman una descomunal bóveda de hojas, un poderío magnificente que se transmite a las erupciones volcánicas del interior e incluso al diseño de las criaturas como la furia salvaje, un monstruo creado con hiedras y pura maldad. Como puedes imaginar, la idea es que Galen es una isla mística donde los elementos son los verdaderos protagonistas.
Y creo que a nivel artístico, es una buena demostración de lo que ZeniMax es capaz de hacer con el mundo de Tamriel.
Otra cosa que me ha gustado es el tema de los eventos de mundo. Si juegas a TESO, seguramente ya estés familiarizado de sobra con las entidades de élite que deambulan por el mundo, amenazando a cualquiera que se atreva a acercarse; pero también tenemos un encuentro grupal con la quimera, el monstruo de tres cabezas que hará las veces de "guardián" de la isla. Es uno de los muchos temas secundarios o terciarios que sencillamente imbuyen de vida y sentido a este entorno, junto al resto de lógicas y temas entramados que venía contándote más arriba.
Quen está de vuelta y te reconocerá si ya la conociste
De todos modos, es importante matizar que The Elder Scrolls Online tiene fama de ser uno de los MMORPG con un trasfondo narrativo más profundo y mimado. En ese sentido, veo que Firesong tiene varios puntos de interés clave como es el estreno de los infames elfos marinos —ya teníamos constancia de ellos, pero nunca habían disfrutado de tanta presencia como ahora— o los druidas que ya conocimos en High Isle. La guinda final es una historia que según me cuentan, será "muy cinemática" para cerrar el arco de los bretones. Personalmente, no sé qué esperar al respecto, pero desearía ver algo en la línea de New War de Warframe: es un tipo de contenido que viene como anillo al dedo a juegos con un universo así de potente.