Puede que ya no tenga tanto bombo, pero, en el mundo de los RPG clásicos, hay un nombre de vital importancia para el género: Ultima. La franquicia de Origin Systems (ahora propiedad de EA) sirvió para sentar los cimientos del género de los RPGs como tal, y siempre ha sido muy querida por sus fans. Lo curioso, eso sí, viene de la relación de su creador con estos, y el pulso que tuvieron durante años buscando maneras de asesinarlo... en sus juegos.
Dentro de la franquicia, Richard Garriott es una de las figuras más centrales. Siendo el creador de la saga, el desarrollador (y turista espacial, por cierto, pero eso es otro melón a abrir), creó Ultima literalmente en casa de sus padres. Eran otros tiempos, los equipos de desarrollo eran mucho más pequeños que ahora, y los nombres que iban a definir los títulos venideros de las siguientes décadas se creaban entre colegas, e incluso familiares, como es el caso de los Garriott, que tuvieron dos generaciones de la familia trabajando en los títulos.
Un avatar la mar de desafortunado
En esa época, los chistes internos y las referencias eran algo que estaba a la orden del día. No importaba si alguien no lo pillaba, pues los juegos no estaban hechos para millones y millones de personas. Y aquí es donde entra Lord British, el desgraciado protagonista de esta historia, y avatar dentro de los juegos de Ultima del mismísimo Richard Garriott.
Lord British es una constante en el mundo de estos RPGs. Apareciendo en casi todos los títulos de la lonjeva franquicia, este NPC es el gobernador de las tierras de Britannia y una figura central de todas sus historias. Pidiendo al héroe, su cometido es dar órdenes y proveer ciertos servicios, como curación o resurrección al jugador (aunque por un precio que a veces no era ni remotamente módico).
Por otro lado, una de las características de este NPC es que es prácticamente inmortal en todas sus apariciones. Algunos lo achacan al ego de Garriott, que no quiere que los jugadores asesinen a su versión digital, mientras que otros creen que es una figura demasiado central en las historias de Ultima como para morir. Sea como fuere, los creadores de la saga se encargaron de que el monarca fuese un hueso difícil de roer, y, como consecuencia, la mar de irónica, esto hizo que los jugadores se obsesionasen con acabar con su vida.
En cada uno de los juegos que aparecía el rey, los jugadores empezaron a buscar maneras de asesinarlo. ¿Por qué? Pues porque sí, porque si existe un NPC inmortal en algún videojuego, hay que tener por seguro que al menos parte de la comundiad va a intentar encontrar la manera de matarlo. Y así fue, durante años y años, la saga Ultima se convirtió en la tumba de Lord British, algo que, al final, fue aceptado por los desarrolladores e implementado en los propios juegos.
Los orígenes de matar a Lord British
En los primeros juegos, al ser títulos más básicos a nivel de programación, matar a Lord British era simplemente una cuestión de fuerza y paciencia. Ultima 1 y 2, en concreto, lo que hacía para proteger al monarca era simple y llanamente convertirlo en un NPC con mucha vida y un séquito de guardias a su alrededor. Con la suficiente fuerza, voluntad y pericia, era posible simplemente utilizar la fuerza bruta para cometer regicidio.
Es en Ultima 3 cuando las cosas empezaron a volverse retorcidas. Allí, Garriott y su equipo decidieron que los jugadores no pudiesen atacar al NPC, pero no contaban con la astucia de quienes quieren sembrar el caos, que se dedicaron a llevar al rey ante unos cañones ubicados en el muelle de la ciudad, los cuales sí que podían acabar con la vida de British, volándolo por los aires. Al final, cuanto más le digas a un jugador que no puede hacer algo, más va a querer hacerlo.
Con creatividad, todo se puede
A partir de entonces, comenzó un auténtico pulso entre los regicidas y los desarrolladores, que querían evitar que el avatar de Garriott muriera, aunque siempre dejaban un resquicio de oportunidades para que los jugadores se salieran con la suya. Utilizando ataques de área de efecto, objetos únicos que pueden asesinar a cualquier personaje, o tácticas de lo más bizarras, Lord British debía morir sin descanso.
Llenar una sala de barriles explosivos y detonarlos; encerrar al Lord, clonarlo decenas de veces, atacarlo y ver cómo el caos reina mientras todos los British se matan entre ellos; o incluso envenenar su comida para causarle una muerte lenta y agónica. La verdad es que el pobre señor tenía una vida la mar de difícil. Y, aun así, su muerte más icónica no es ninguna de estas, sino que formó parte de uno de los eventos más icónicos de la historia de los RPG online.
¿Alguna vez has acabado con un NPC en un MMO?
En 1997 tuvo lugar el suceso que cambiaría la vida de muchísimas personas. Bueno, igual no tanto, pero sí es una de las historias más curiosas que han ocurrido en un juego online. Durante la beta de Ultima Online, uno de los primeros MMORPGs que sentó las bases del género y se convirtió en un juego verdaderamente legendario, el propio Richard Garriott se puso en los zapatos de su avatar, Lord British, para dar un discurso. Su primer error fue confiar en la comunidad. Su segundo error fue olvidarse de activar el modo invulnerable.
Rainz es el nombre del jugador que hizo historia. Ese día, buscando hacer una pequeña fechoría, decidió robar un pergamino que le permitía crear un campo de fuego en el suelo, afectando a todo aquel que lo pisara. Según cuenta Rainz, al invocarlo, uno de los administradores dijo "Buen intento", pensando que nada sucedería, pero pronto vino el caos. Lord British estaba muerto ante la sorpresa de todos los presentes, incluido su asesino. Pronto, el mundo de Ultima Online estaba sumido en el caos, nadie sabía qué había pasado con Richard Garriott, pero sus compañeros decidieron improvisar e invocar a cuatro demonios para que acabasen con quienes estaban allí presentes, sellando el suceso con un broche de oro y acuñando la frase "Si existe un ser vivo en un MMO, alguien, en algún sitio, va a intentar matarlo".
Al final, Rainz fue baneado de Ultima Online, aunque no por lo que puedas pensar. Antes de todo esto, se dedicó a asesinar a otros jugadores por gusto, y la gente de Origin no creyó que su estilo de juego fuese lo mejor para enseñar los comienzos de su nuevo gran proyecto. Desde entonces, la franquicia de Ultima ha pasado ya a mejor vida y el propio Lord British, Richard Garriott, ha empezado un nuevo proyecto bastante impopular basado en NFTs, lo cual seguramente ha hecho que algunos fans revisiten sus obras para, una vez más, acabar con Lord British.
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