Hubo un tiempo en que los cromos de Steam eran un auténtico negocio de compra-venta que movía mucho dinero

Tal vez no lo sabías, pero hubo un tiempo en que los cromos de Steam eran un auténtico negocio. Y si bien es cierto que única y exclusivamente operaban dentro de los fueros de Valve, el movimiento era tan grande que había usuarios que hasta podrían sacarse un pequeño sobresueldo mediante este sistema. Personalmente, nunca tuve ni la suerte, ni la paciencia, ni el tiempo como para hacerlo, pero tengo algún que otro amigo muy cercano que sí fue capaz.

De hecho, hoy día recuerdo con cariño y nostalgia aquellos días en los que me explicaba que había estado farmeando durante horas para intentar conseguir algunos de los cromos más infrecuentes y/o solicitados con los cuales obtener algo de dinero. Y no porque le hiciese falta, sino porque le divertía. Bueno, por eso y porque a final de mes era capaz de comprarse uno (o dos) juegos relativamente caros sin tener que poner nada de su bolsillo.

Los cromos de Steam eran (y siguen siendo) un auténtico negocio

Ahora bien, la norma general decía justo lo contrario. Era raro que alguien moviese tanto dinero como para comprarse todos los meses un juego nuevo. Por otro lado, en aquellos tiempos (segunda década de siglo) no había tantos lanzamientos. Al menos no tan de seguido como en 2023. Por lo tanto, la prisa era mucho menor y había más margen.

Sea como fuere, el caso es que había muchos usuarios que, dedicándole bastante tiempo y siendo muy pacientes, eran capaces de obtener decenas de cromos a una velocidad relativamente alta. En muchos casos, simplemente los vendían, pero en otros tantos comerciaban mediante chats privados e, inclusive, tradeaban con otros vendedores para conseguir lo que les faltaba; generaban movimiento.

Es decir, que se comunicaban usando la propia plataforma de Valve para hacer tratos al más puro estilo “pues si me compras o pasas este juego, yo te envío este pack de cromos con este añadido”, por ejemplo. Por supuesto, siempre podía aparecer el típico listo de turno que intentaba aprovecharse de los demás, pero no era tan habitual.

A fin de cuentas, no era raro que los compradores y vendedores se dejasen reseñas mutuas en sus respectivos perfiles para avisar a los demás de que era alguien fiable. Con uno o dos sospechabas, pero cuando había decenas (o centenares) de comentarios… Lo cierto es que te quedabas mucho más tranquilo.

Todo sea dicho, la cantidad de gente que de verdad llegó a sacar dinero con este sistema… Pues no fueron muchos, siendo sincero. Pese a ello, los hubo, y yo tuve la suerte de conocer muy de cerca a alguien que, si bien es cierto no fue de los más grandes, sí que se movió bastante.

Gracias a eso vi que la comunidad de Steam estaba muy viva y que los intercambios, los pactos, los tratos, la compra-venta de cromos, etc. eran una realidad muy singular. Esta última, de hecho, es la que la definió durante muchos años, pese a que ahora es poco más que un reducto de lo que una vez fue. Sí, se pueden seguir comprando y vendiendo, y en realidad siguen generando muchísimo dinero, pero (parece) que se ha perdido parte de su espíritu original.

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